Hace un tiempo que estoy siguiendo la serie “Los misterios de Murdoch”. Se trata de una producción canadiense. El guión sitúa la historia en Toronto a partir de 1895 hasta comienzos del siglo XX.
Su protagonista es un detective llamado William Murdoch caracterizado por aplicar la ciencia más avanzada en una sociedad anticuada, pomposa y a menudo hostil.
¿Por qué me gusta esta serie?
1. Visión tecnológica
La serie bromea con el hecho de que Murdoch aplique o invente artilugios y tecnología que estaba por patentar o inventar. Supongo que quienes han escrito el guión juegan con la idea de que hay invenciones que pudieron ser ideadas y producidas por muchas personas en diferentes lugares y momentos, aunque el mérito se las llevaran sólo unas pocas.
El caso es que puedes ver a Murdoch inventando y utilizando para sus casos:
- Métodos como la comparación de huellas dactilares
- La intervención de un teléfono
- Análisis de manchas de sangre
- Inventando una cámara de infrarrojos
- Gafas de visión nocturna
- Un detector de mentiras
- Usando luz fluorescente para identificar sangre
- Realizando grabaciones de voz a escondidas
- Transmitiendo imágenes codificándolas en un primitivo fax
- Imaginando la televisión
- Diseñando un sonar
- O en ocasiones volando o conduciendo una motocicleta o un coche eléctrico…
E incluso bromean con la idea de un ordenador portátil, que resulta ser una maleta muy ordenada con tiza, una pizarra y otros utensilios “que lleva donde necesita” (¡ordenado y portátil!). Os dejos dos vídeos sobre sus invenciones y cómo producen los artilugios para el rodaje: uno y dos.
2. Visión humana
Quizá lo que más destaque en las sinopsis comerciales de la serie es lo anterior, pero la parte realmente más conmovedora para mí es cómo llevan el futurismo al ámbito social. Es una especie de paradoja: una serie sobre una época anterior, pero que trata sobre cómo debería ser el futuro humano.
En cuanto a los personajes protagonistas, no paro de preguntarme: ¿cómo personas que pudieron tener una mente tan abierta soportaron y convivieron en sociedades aún más clasistas, misóginas, racistas, homófobas… que la actual? Está claro que estos son personajes de ficción, ¿pero hubo personas con estas ideas?, ¿cómo se sentían?
Si Murdoch aporta el componente más científico, otro personaje aporta este contrapunto mucho más avanzado en lo social. Es Julia Odgen, la doctora de la morgue. Ella compartirá su pasión científica, pero además cuestionará y abrirá su mentalidad en cada capítulo.
La explotación laboral, el derecho al voto de las mujeres, la diversidad de capacidades, la homosexualidad, el ruido de las ciudades, el tráfico, los derechos de los animales, el aborto, el racismo, las adicciones… La lista de asuntos humanos que aborda es larga y además, generalmente, planteando dilemas y enfoque de derechos.
Sus personajes tendrán que soportar y luchar contra una sociedad con una mentalidad bárbara. La frase de Murdoch que me ha animado a escribir definitivamente este artículo ha sido: “Imagino un mundo que es más compasivo y progresista”. Al final os cuento más de ella.
3. Es inspiradora
Debido por lo expuesto en el punto anterior, ver la serie no sólo entretiene, sino que abre mentes, refuerza y da energía. A veces, busco contenidos para aprender, otras veces para reírme… pero a veces también es interesante encontrar referentes e historias que causen admiración, aunque sean ficticias.
Sin embargo, a menudo es complicado porque el heroísmo de la mayoría del contenido cultural se suele basar en la violencia. Por eso a veces pienso que en las bibliotecas y librerías debería hacer un estante de historias sólo de heroínas y héroes alternativos. Por ejemplo, historias de mujeres aventureras.
4. Personajes célebres
En la serie, también aparecen personajes famosos de la época como Arthur Conan Doyle, H. G. Wells, Mark Twain, Nikola Tesla, Henry Ford, Buffalo Bill, Winston Churchill, Thomas Edison… e incluso tienen papeles en algunos casos.
La idea de que tantas personas famosas estuvieran en Toronto y conocieran a Murdoch es muy divertida. Pero incluso en el guión se permiten la licencia de sugerir que “Ana de las Tejas Verdes”, de Lucy Maud Montgomery, o algún capítulo de Sherlock Holmes está basado en una conversación que tuvieron sus autores con los personajes de la serie.
5. Murdoch se desplaza en bicicleta
Me hace mucha ilusión que, en cada capítulo, Murdoch se desplace de la comisaría a la escena del crimen, a casa o donde necesite en bicicleta. Cuando se habla del transporte motorizado, en la primera temporada, critica la posibilidad de que ese tipo de transporte inunde el mundo de carreteras, ruido y surtidores de combustible por todas partes.
6. Aprender sobre historia… y concretamente sobre Canadá
En medio de muchos capítulos, me he encontrado pausando la reproducción para buscar en Google una ciudad de Canadá o una calle de Toronto, o incluso buscar cuánto tardaría en recorrer en bicicleta Murdoch el trayecto de un punto a otro, y también he buscado en Wikipedia y otras fuentes información sobre personajes célebres.
El guión también intenta relacionar algunos capítulos con fechas célebres de la historia mundial o del país, o -por cercanía- de Estados Unidos. De manera que también he indagado en curiosidades como la fecha de cierto atentado a un presidente estadounidense o la fecha en la que se aprobó el voto de las mujeres en Canadá.
Creo que esta es una oportunidad que podrían aprovechar más en la serie. Sin dar todo hecho, es decir, tampoco creando documentales sobre el tema. Yo, al final de los capítulos, incluiría ciertas pistas sobre qué personajes y hechos son reales para animarnos a investigar e intentar diferenciar la ficción de la realidad. Incluso podría ser una oportunidad para el turismo: ¿en qué lugar de la actual Toronto sitúan la comisaría y la morgue?, ¿y los casos más destacados?, ¿cómo es la isla donde nació el chistoso y risueño agente Cabtree?
Los dilemas de Murdoch
Curiosamente, el personaje de Murdoch es católico y francoparlante en una sociedad mayoritariamente inglesa y angloparlante, lo cual le traerá ciertos conflictos. Pero, como decía, habrá otros dilemas sociales a los que se tendrá que enfrentar.
Precisamente, en el quinto capítulo de la primera temporada investiga el asesinato de un hombre gay. Su cura le recuerda que es un grave pecado. Su jefe golpea a otro hombre gay, un testigo, para extraer información (aunque es verdad que este personaje pega también a cualquiera, sea gay o no). Sus compañeros se mofan de Murdoch cuando se infiltra en un club homosexual en busca de pistas. El caso es que, poco a poco, va comprendiendo la desesperación de muchas personas que no pueden vivir su vida y deben esconderse. Al final del caso, llega a la conclusión que el procedimiento insensible de la policía ha causado más sufrimiento y posiblemente el suicidio de otro hombre gay.
Así se lo hace saber tanto a su jefe como al sacerdote, con quien tiene esta conversación. Las dos últimas frases, para mí, son brutales:
– ¿Hay algo que le gustaría decirme, William?
– Padre, me encuentro a mí mismo cuestionando los preceptos básicos de mi fe.
– Todo el mundo se enfrenta a retos. Jesús también se enfrentó a ellos.
– Dos hombres están muertos. Bajo todos los conceptos, buenos hombres. Ambos están condenados al sufrimiento eterno. ¿Cómo puede ser eso la voluntad de Dios?
– No es nuestra tarea cuestionar la voluntad del señor.
– Pero eso es lo que hice, padre. No creo que pueda seguir creyendo ciegamente nunca más.
– Su fe no debe vacilar.
– Imagino un mundo que es más compasivo y progresista.
– Algún día, puede ser. Quizá no en nuestras vidas.
A veces, ver la serie puede producir cierto alivio porque haya tantas cosas que, al menos en algunas partes, han cambiado. Sin embargo, sigue habiendo personas refugiadas, machismo, clasismo, racismo, empobrecimiento… Y me recuerdo que todas y todos estamos atrapados en una época arcaica todavía y que el mundo puede ser más compasivo y progresista.
Gracias a Esther por la recomendación y sus comentarios 🙂
Nota.- Entiendo que utilizan la palabra “progresista” para referirse a una sociedad en la que se cumplan los derechos de todas y todos. Entiendo que usan la palabra “compasivo” para hablar de una sociedad más sensibilizada. Las palabras también son curiosamente un tema fundamental en la serie. Emplean las de la época, pero también debaten sobre otras. Por ejemplo: hablan de utilizar “homosexual” mejor que “sodomita” y llaman “idiota culto” -científcamente- a una persona que posiblemente tiene Síndrome de Asperger.
Fotos: Twitter oficial de Murdoch Mysteries. Aquí la del “ordenador portátil”. Aquí la foto de las sufragistas. Aquí la de las bicis. Aquí la de Mark Twain. Aquí la de la señora con el barril y más info sobre su peculiar historia. El gif de las convenciones sociales y las mujeres.
Miquel
Gran comentario de una magnifica serie (agradezco a TV3 que la emitiera y pudiera disfrutarla)
Me parece cultural y divertida a partes iguales!
Hay que recordar que TVE ha intentado hacer su propia versión de la serie con su copia “Victor Ros” pero con un resultado bastante inferior.
El comentario es perfecto y siendo puntillosos, hay un error cuando después de indicar que Murdoch es “Católico y Francoparlante” en contraposición tendría que indicar que la sociedad de Canada era “Protestante y Angloparlante” en vez de “Inglesa y Angloparlante”
Javier
Yo ,por ejemplo, la ando viendo por Paramount.
Resulta curioso tu artículo pues en gran parte coincido con lo apuntado, viniendome fácilmente varios capítulos a la mente donde ocurren muchas de esas cosas.
ANA FERRAN BLANCO
Un comentario sobre el último capítulo que he visto de los misterios de Murdoch. Según dicen en Panamá se habla el criollo yo quería rectificarles porque el idioma que se habla es el ESPAÑOL. Tener cultura no viene nada mal. Me gustaría preguntarles qué idioma hablan ustedes en Canadá porque yo estuve viviendo en Australia y el inglés que hablan allí es pésimo.