Hace unos días organizamos un picnic en el parque. Unas amigas llegaron tarde y me sorprendí diciendo:
– Hay que tomarse con más seriedad el picnic.
Me pareció una frase divertida porque el concepto de picnic… pues no me parece muy serio. De hecho, posiblemente es parte de lo que me gusta de él, ahora que lo pienso.
Pienso que, a menudo, se trata con una seriedad y una formalidad que no se merecen muchas cosas. Incluso, si lo piensas, con toda esa regla de educación y protocolo, parecemos estar legitimándolas.
Y yo digo: que vivan las chanclas.
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