Sigo de experimentación creativa random.
Aquí, el último taller casero: hemos decorado una camiseta con motivo del cumpleaños de Adela, una amiga.
Lo hemos hecho con rotuladores para ropa, marca “Posca”. Son un rato caros, ¿eh? Además, no “ruedan” tan bien como en otras superficies, así que se tarda en pintar. El uso de los rotuladores es peculiar: hay que apretar la punta (parece que la rompes para que empiece a salir la pintura).
Antes de ponernos, por si acaso, hicimos pruebas en una camiseta vieja. También unos bocetos a papel y con los lápices de colores, escogiendo sólo los seis colores que teníamos en rotuladores. Además, para evitar que la pintura manche la espalda de la camiseta, hemos colocado fundas de plástico entre la tela del pecho y la de la espalda.
¡Ah! La frase de la camiseta la dijo una niña de la huerta, Emma: “Nos quedamos a vivir aquí, ¿eh? Pero, cuando haga frío, nos subimos a casa”. En este caso, hemos sustituido a Emma por una versión de Adela de niña.
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