Nota.- La autora de este post es la Chufa, a quien agradezco que vuelva a “guarrear” por aquí. Las negritas son mías.
Sabemos que el principio es verse a una misma porque si no el resto por ceguera cultural o por un bien intencionado respeto, no te verá.
Vale, eso hace años que lo hice. He aprovechado algunas oportunidades que me han servido para provocar otras. Durillo al principio, sí. Pero es lo mejor a medio y largo plazo. Además se lo debo a todas aquellas personas que se juegan algo más que perder unas amistades, familiares, participaciones litúrgicas o trabajos.
Hay una etapa que puede ser eterna para algunas de las personas que te rodean. Eres visible, sabemos que existes y que eres lesbiana pero ¿qué necesidad hay de que seas visible para el resto? Es uno de los diversos formatos de transparencia. Es típico de familiares que no preguntarán ni harán ningún comentario a nadie una vez que te has hecho visible para ellos. Ya sabéis, no hablarán con sus amistades o colegas de trabajo de lo bien o mal que les cae tu novia o de si quieres o no tener hijos. Silencio, se sabe. Eso es suficiente.
He pensando últimamente mucho en esto de la visibilidad como sinónimo de existencia. Lo he hablado alguna vez con compañeras y muchas notamos la necesidad de estar en contacto con otras porque se te puede olvidar. Sí, olvidar. Es fácil si no tienes amigas o conocidas para poder quedar, si no te pones a propósito alguna serie o peli, si no hablas de bollerías aunque sea por teléfono o mensajería. Pones toda tu energía en otras prioridades y sin darte cuenta una parte de ti se diluye, te apagas y te haces invisible por dejación. Lógicamente dura lo que dura porque si no no te darías cuenta.
Yo siento que ahora tengo un grave problema de transparencia. Al igual que otra mucha gente he tenido que emigrar. Y al contrario que en los chuliprogramas de la tele ni conozco el idioma ni tengo un trabajo cualificado ni estoy casualmente con ninguna millonaria.
Estoy en una pequeña ciudad de Inglaterra nada cosmopolita cuando paseas pero internacional cuando trabajas de currito por un sueldo mínimo. Este país me ha regalado una capa de invisibilidad que yo no había pedido. Aquí no tengo compañeras de asociaciones ni amigas bollo o bi. Aquí estoy en plan extraterrestre oyendo comentarios con la palabra lesbian, homosexual, gay…y sin saber realmente qué dicen. Luego vienen las preguntas del tipo ¿estás casada?, ¿tienes hijos? o ¿tienes novio? Y es taaaaaan fácil constestar sin dar realmente información que me hago invisible y me siento una traidora por desaprovechar las oportunidades.
Para más fustigamiento mental y moral estoy con mis reflexiones de todo a cien. El problema con el idioma es de cajón y cualquiera que me conozca sabe que es raro que me calle porque para mí es como dejar de respirar. Pero es que encima añado uno de prejuicios porque me he sorprendido a mí misma pensando memeces del tipo: si supiera inglés actuaría como en España pero… con las personas inglesas y de países mediterráneos incluídos los de cultura islámica, es decir, con las que me son cercanas por mis vivencias. Pero y ¿qué pasa con las personas eslavas? Esto es Inglaterra así que el segundo idioma es el polaco. Me viene Wojtyla a la cabeza y me acobardo hasta en mis propias fantasías. Una pena y una vergüenza cómo me estoy comportando. Estoy viendo flotar mi propia mierda.
La falta de visibilidad saca lo peor de una misma porque nos traicionamos, dejámos en la estacada a las personas que se juegan su libertad e integridad física y negamos a los demás la oportunidad de conocer y aprender a visibilizando la realidad. El mundo real hay que construirlo y eso lleva esfuezo.
Si todas fueramos visibles y sin intermitencias nuestros familiares y nosotras recibiríamos preguntas más abiertas e inclusivas, habría más presencia en los medios de comunicación, entretenimiento y culturales, tendríamos más oprotunidades de aprender y menos de ser prejuiciosas. Y sobre todo, aquellas personas que son perseguidas sabrían que están viviendo en una locura que se puede cambiar y recibirían el apoyo necesario para conseguirlo. Esto de la visibilidad no trae más que ventajas para todo el mundo.
Antes de venir para acá leí en el el muro de una amiga algo así “hoy he vuelto a salir del armario en el trabajo”. Yo pensé, qué jartura pero ¿quién ha cerrado la puerta? Esas puertas hay que destrozarlas para que sea imposible cerrarlas. La visibilidad es la gran patada.
Muchas felicidades a La Broma y gracias por dejarme enguarrarte el blog (y encima tarde, ese es mi estilo).
Ilustración arli design
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