Cada ciudad tiene sus rincones. Hay que saber encontrarlos, valorarlos y compartirlos. Hasta ahora, sólo había oído malos comentarios de lugares como Alicante. Sin embargo, la ciudad esconde detalles particularmente hermosos.
Algo llamativo es que no tiene un castillo, ¡sino dos! El más céntrico es el de Santa Bárbara.
Fijaos en la imagen. Parece un rostro humano de perfil, ¿verdad? Le llaman “el moro”. Como dice Flip, “no le llama el árabe ni la persona con rasgos magrebíes, sino el moro“. ¬¬
Aquí tenéis al otro “moro”, un graffiti muy chulo en el casco antiguo.
Al rincón que me sorprendió se le conoce como Barrio de Santa Cruz. Se sitúa en la falda de la peña sobre la que se levantó el castillo. Calles empinadas y laberínticas, escalinatas, macetas por doquier, casas decoradas, inscripciones de los nombres de sus habitantes en cada fachada…
La subida al castillo tiene una pendiente de hasta un 20% de desnivel, como observaréis en este cartel.
Me hizo particular gracia esta imagen, que hubo que escenificar.
Las vistas desde ahí arriba son impresionantes.
De bonus track os dejo un poema bien fresquito que alguien dejó en la subida y una panorámica de la playa de El Campello, una localidad muy próxima.
¡¡GRACIAS, FLIP!! <3 <3 <3
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