Las ciudades y carreteras de este “desarrollo” caótico en el que nos hemos metido han sido diseñadas y desplegadas bajo el parámetro único de una minoría de señores… sin pensar en muchas otras personas, y por supuesto aún menos en la naturaleza y en los animales.
Las ciclistas, las personas en silla de ruedas, las personas a las que les gusta caminar y los animales encuentran muchas veces en las ciudades y carreteras más bien una barrera, un lugar privatizado para y por unos pocos por donde pasear o circular les está vetado o dificultado.
Por eso me ha encantado esta ilustración de Hinking Artist. ¿Os imagináis que los animales, pasando completamente de nuestra forma de entender la ciudad, hicieran lo mismo y se tomaran el poder de construir sus propios pasillos y espacios entre edificios?
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