Justo ayer que vino esa olita de frío me pilló en un tren cruzando Despeñaperros, gracias a lo cual pudimos contemplar un gran espectáculo. (Qué pena de fotos, por cierto, pero sé que tenéis imaginación.)
Habrá mucha gente del norte de España o de sierra que no le encontrará ningúna emoción a una situación como ésta. Pero yo vi la nieve caer por primera vez con 19 ó 20 años.
Esta línea de tren la llevo cogiendo 11 años…
y me ha pasado de todo: incluidos un incendio en un vagón, cruzar Despeñaperros con gran parte del monte calcinado, que no hubiera aire acondicionado ni ventilación en julio y alguna cosa aún más desagradable.
Pero no recuerdo aventura que, aunque nos lleve a casa con 2 horas de retraso y los pies empapados, resultara tan estética.
En realidad lo que ocurrió es que un tren que iba por delante se averió y bloqueó la vía.
Estuvimos un rato esperando. Al final optaron por cambiarnos a un autobús que nos adelantó dos paradas y luego un nuevo tren nos recogió.
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