Aunque no es tan conocido como el de Cascorro, el barrio de Tetuán tiene su propio rastro, también muy grande. Tiene sobre todo ropa, sin embargo hoy lo más vistoso es la competición por la venta de mandarinas.
Todavía están ácidas, pero los vendedores las dan a probar y gritan cosas como las del título.
Unos las abren para repatir, pero otros las regalan de dos en dos. De modo que si te pasas un domingo por la zona, te puedes poner de vitamina C hasta arriba.
Momento tierno: una abuelita le da un bombón a cambio de las mandarinas al tendero.
Como es normal, con todo el mundo papeando mandarinas, todo el suelo al final se cubre con una alfombra de cáscaras.
Tendero mostrando las acelgas y lechugas gigantes.
Gente que te pide que les eches fotos. Esto es muy de la India, ¿no?
Eva
Le da este artículo un aire fresco al blog. Mamá me dice: “Olga me ha mandado unas fotos de un reportaje que ha hecho sobre las mandarinas”, y me ha dado la risa XD Es que era inesperado jeje.