Disfrutar de la curiosidad de otras personas

Íbamos en el metro. Irina respondía a mis preguntas sobre Alemania. Luego reflexionó:

– ¿Sabes? Eres la única persona que me pregunta por mi país.

Sorprendentemente, hace seis meses me dio por empezar a aprender a tocar el piano… Y me está encantando la experiencia. Algo de lo que disfruto mucho es de poder compartir mis pequeños descubrimientos, mostrar flipada los libros de partituras o relatar las anécdotas divertidas que suceden en clase.

Al principio, pensé que estos descubrimientos sólo les interesarían a personas que también fueran a clase, que supieran algo de música. Sin embargo, ¡todo lo contrario!, descubro, como Irina descubrió en mí, la curiosidad de amigas y amigos que abren la boca, miran el teclado con fascinación, como si tuviera un tesoro en casa, y hacen las mismas preguntas que he ido descubriendo poco a poco.

¿Con qué mano se toca cada nota? ¿Qué significa este punto debajo de la nota? ¿Para qué sirven las teclas negras? ¿Cómo sabes dónde está el do o el fa?