Es buena señal saber valorar, descubrir, crear, provocar, recuperar… grandes momentos de fantasía, ¿no?
Hoy una foto de un monumento de Jaén, el del guerrero ibero, me ha recordado a una de las más geniales escenas del cine para mi gusto de la peli “La bruja novata”.
Comer una pizza enorme y una conversación sobre los seres que habitan en las alcantarillas puede traerte recuerdos de las tortugas ninja. Yo era Donatello, por supuesto.
Y también está esta pintura fantástica en la que ¡¡¡nada menos que el mar!!! está derrumbando la catedral de Jaén.
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