La democracia que se pudre. La crisis que nos la comemos a cucharones. Y, para colmo, ahora la fiesta de la violencia. Y seguimos con la boquita callada. No es que no nos quejemos, es que encima lo celebramos.
Celebraremos en breve las elecciones, sin apenas pisar la calle por un sistema cada vez más injusto y opaco.
Celebramos las injusticias económicas y los dispendios, con una boda real y una visita papal. Porque son claras excepciones a la igualdad, ¿no lo entendéis?
Y ahora celebramos la violencia, con el asesinato de Osama Bin Laden sin juicio y sin acordarnos de ¿cómo era? ah, sí, lo de que en España está abolida la pena de muerte.
Ciudadanas y ciudadanos, os animo a escribir a al menos un medio de comunicación y protestar por esta celebración de la brutalidad.
Pasen y lean
- la_otra_agenda: ¿No es apología de la pena de muerte felicitarse por la muerte de Bin Laden ‘en nombre de la justicia’?
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s3ba: El mejor comentario del año escuchado: “Tenés que ser muy hijo de puta para que te mate el premio Nobel de la Paz !!”
- ¿Qué pedagogía sobre la violencia?
Lachufa
Gracias, Olga por tu reflexión. Yo estoy, abochornada y me siento timada por haber sido esducada en unos valores y formas de actuar que me he creído e interiorizado. Detener, juzgar, veredicto, sentencia, no a la pena de muerte. Justicia y no venganza. Ya no se molesta nadie ni en disimular porque para eso hace falta una cierta conciencia de que lo decimos y hacemos no es lo mismo. La diferencia crucial está en los métodos y formas que se utilizan. Si los cambiamos la diferencia es de bandos pero no de formas de ser.
Ufff…qué soledad y qué miedo. Los míos no son los míos. Me hacen sentir que no soy de los nuestros.
Por cierto, gracias también por revelarnos la existencia de el utramarinos.