- La mujer agria. Torcida por la vida. Odia a Chávez. “Sólo ayuda a los marginales, pero es que no son sólo marginales por economía, son marginales mentales“, brama.
- Los viajes que te hacen decidir. En los que tomas decisiones sobre tus cosas.
- Mi madre contándole a sus compañeras de trabajo que le llamo desde Caracas.
- Los pasteles de queso. Los jugos. Las arepas con enormes trozos de queso y aguacate, que se caen del bocata.
- “Convertir la frontera en una barrera ideológica ha creado una realidad fronteriza explosiva”, dice una profesora de universidad
- “Las fronteras no son naturales. Aceptamos muchas estructuras administrativas como si fueran naturales”, Hugo Eduardo Ramírez. Y las banderas, y los himnos, y las tradiciones…
- En el mundo existen “burócratas a nivel de calle”. Las personas que parecen sentir o tener el deber de asegurarse de que todo el mundo cumple su papel de venezolano teniendo su pasaporte, su moneda correspondiente, su acento… Y su papel de “persona normal”, trabajando, practicando el sexo de una manera concreta, opinando así o asá.
- El humor como forma de enfrentar la situación. Sólo con saludar, salta una broma, un chiste. Ejemplo: “Chávez es la única persona que ha conseguido que nos arrepintamos de no seguir siendo colonia”. Contexto: continua y numerosa propaganda sobre la independencia de la colonia (se cumplen 200 años).
- Juego. Chávez aparece continuamente en las conversaciones. Así que, a mis acompañantes, les digo una palabra y tienen que relacionarla de alguna manera con el presidente, con alguna anécdota o discurso transmitido. “Papel higiénico”, digo. ¿El resultado? Ellas ganan.
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