“Vivimos viéndonos”

La forma de la ciudad de Caracas es muy curiosa. Alargada. En un valle. Los ranchitos, las barriadas empobrecidas, se encuentran encaramadas en las alturas que rodean a ese valle. De manera que la vista de esta realidad es continua.

Por la forma de la ciudad, de valle, en la que los ranchitos quedan en los altos, la pobreza fluye por la forma de la ciudad. Vivimos viéndonos.

Me cuenta Luis Carlos.

Mientras, en las ciudades europeas, concretamente en Madrid, se batalla por invisibilizar la pobreza, se urbaniza pensando mucho en esto.