Ayer pensaba escribir aquí sobre varias cosas.
Una iba sobre las etiquetas que nos ponen en el trabajo, en la vida. ¿A qué venía? Me da la sensación de que al equipo de la Plataforma (entre otras cosas), se nos ha puesto la etiqueta de jóvenes, mujeres, inexpertas. Además, así, generalizando.
Pensé que era algo aburrido. Quizá mejor hacer un artículo sobre cómo machacar ideas así. Pero no se me ocurre más cosa que haciendo el trabajo seriamente.
Así que -en lugar de escribirlo- me fui a dar una vuelta en bici.
También pensaba en escribir sobre la película “Criaturas celestiales”. Sobre el contraste entre lo que esperaba (una relato muy imaginativo con un final difícil) y lo que encontré: una historia real para revolver el estómago con un final terrible.
Quizá hubiera sido un buen momento para publicar otro artículo sobre lo que aún necesitamos avanzar en el respeto de los derechos de las mujeres lesbianas, y de lo LGTBQ en general.
Pero en lugar de eso, me fui a ver el atardecer.
Podría haber denunciado las actitudes autoritarias en las organizaciones que promueven la participación. Haber hablado un poco más del trabajo, de cómo nos va saliendo cosas y otras nos cuesta más sacar.
Podría haber reflexionado sobre el conformismo con respecto al propio trabajo. Sobre la percepción que tenemos del trabajo ajeno y del propio.
Para entresacar algo de lo que aprender, podría haber apuntado eso de no centrarse en criticar de dónde viene todo lo que no nos gusta, sino en pensar cómo cambiarlo. Proponer, argumentar, negociar.
Sin embargo, en lugar de escribir eso, sentí mayor necesidad de buscar imágenes. Echar fotos.
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