El “secreto” del voluntariado

Me pilla por sorpresa el programa “El Secreto” que emite Antena 3 Televisión. Se trata de un “docureality” en el que proponen a una persona millonaria realizar voluntariado durante una semana sin revelar su identidad hasta el final.

En el último programa emitido, Marco Aldany, propietario de una gran cadena de peluquerías, participa en actividades de organizaciones que colaboran con personas sin hogar y con madres sin recursos.

La productora hace Aldany no sólo realice voluntariado, sino que cambie su estilo de vida mudándose durante una semana a un barrio marcado por la marginación, durmiendo en una pensión, desplazándose en una bicicleta vieja y subsistiendo con 40 euros.

Algunas ideas:

• Casi todos los productos televisivos actuales miran hacia el bolsillo de las empresas que los realizan y emiten y –para venderse- invierten más en entretenimiento y morbo que en información. “El Secreto” es un programa más en esta línea. Para empezar, el protagonismo es para Aldany, su experiencia “exótica” en pleno Madrid y el contraste entre su riqueza y el resto del mundo. Las personas excluidas serán personajes secundarios.
• No se entiende muy bien que la productora obligue a Aldany a cambiar completamente su vida para hacer voluntariado. Es posible que este requisito sea una forma de añadirle morbo al asunto o, quizá, como explica Ana Rivas, directora de programas de la cadena emisora, ayude a Aldana a “convivir con familias y grupos desfavorecidos y comprobar con sus propios ojos cómo es esa realidad”. Aunque mucha gente piensa que lo coherente es acercar el estilo de vida a las ideas que cada cual tiene, lo cierto es que las condiciones vitales de las personas que realizan voluntariado son tan diversas como voluntarias y voluntarios hay en el mundo.
• Refleja la diversidad de voluntariados en cuanto a campos de acción o de personas voluntarias, como el caso de una persona de más de 90 años que participa en el Banco de Alimentos.
• Es de agradecer -al contrario que otras producciones- que el trato con las personas con las que se encuentran los protagonistas del programa sea bastante digno, al contrario que otros programas como Callejeros.
• El programa subraya el valor de la iniciativa en el voluntariado: Marco Aldany acaba organizando un taller de peluquería para las chicas de una organización.
• En algún momento se mencionan las causas de estas situaciones, pero no recuerdo haber visto ninguna actividad de reivindicación. Sí que vemos que el programa va del puro asistencialismo (dar comida) al desarrollismo (dar herramientas, ofrecer formación). Pero no se muestra la lucha que muchas personas realizan por cambiar un sistema injusto que provoca que muchas personas no tengan las mismas oportunidades que otras y que reciban tarde la asistencia y formación.
• Es posible que el efecto que produzca el ejemplo de Aldany y compañía sea más desmoralizante que activador. Parece que para cambiar las cosas realmente (al final de la vida, al final del programa) tienes que tener pasta. Si no la tienes, cambia poco la cosa. Si hago voluntariado, ¿qué coño voy a cambiar si no puedo sacar cheques de la americana?
• El voluntariado y la justicia social no se resumen en una semana, en unos minutos de programa, en una historia emotiva resuelta con un cheque, en una cuestión de riqueza contra pobreza.

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