¡Ueh! Hoy me ha llegado por fin un manifiesto sobre el día 25 de noviembre, día por la erradicación de la violencia contra las mujeres.
Dice algo así:
La Fundación Salud y Comunidad (FSC) se une un año más a la conmemoración del “Día Internacional contra la Violencia hacia las Mujeres”, condenando la violencia de género. Pide que se actúe a través de la lucha conjunta de hombres y mujeres y se manifiesta junto al resto de la sociedad contra todo tipo de violencia y discriminación por razón de sexo. A través del Proyecto Malva, nuestra entidad, Fundación Salud y Comunidad, se compromete socialmente con el rechazo, la denuncia y la erradicación de la violencia contra las mujeres en nuestra sociedad. (…)
El alcohol actúa como desinhibidor en general y como potenciador de conductas agresivas en particular. En cuanto a las víctimas, muchas de las mujeres que sufren violencia de género empiezan a consumir alcohol como forma de sobrellevar el problema, y, en los casos en que inicialmente ya eran consumidoras de alcohol, pueden llegar a normalizar que su pareja las maltrate, fruto de un sentimiento de culpabilidad, miedo y menor capacidad de reacción ante capítulos violentos.
Me estaba preguntando si mi madre o las ladies entenderían un manifiesto así. Las ladies son mujeres marroquíes jóvenes que apenas saben castellano a pesar de que pueden llevar 20 años viviendo en España. Tampoco saben escribir en su propio idioma, el árabe.
Como decía mi compa Carol, ¿cómo hablar de los prejuicios, de la violencia o del activismo sin utilizar esas palabras? ¿Por qué publicamos manifiestos totalmente ininteligibles para muchísimas de las personas hacia las que van dirigidos?
Silvia
Quizás desde las mismas entidades no se ha escuchado con atención a las mujeres ni se les ha consultado.
Esto me recuerda una cosa que nos pasó en nuestra entidad: queríamos hacer unas pancartas para denunciar la situación de varias familias y ¡menos mal que las vieron antes! Nos dijeron que esas palabras no les representaban y la propuesta salió de ellas. Las palabras eran más sencilla y el mensaje más claro.
Lola
No es sólo que no sean inteligibles para muchas mujeres, sino que además se vuelve a mezclar el tema de la violencia de género con el del consumo de alcohol, que es una de las mayores falsedades que todavía tenemos asociadas a la violencia. Los maltratadores no maltratan porque consuman alcohol; yo no pego a nadie cuando bebo, y la violencia es un problema anterior y distinto al alcoholismo.