Encuentra una cámara en el armario de un hotel. Después de mucho tiempo usándola, ¡años!, acaba convencida de que la cámara está “poseída”. No hace sus fotos, sino que hace fotos de otra persona. Hace las fotos que haría otra persona, probablemente la anterior dueña de la cámara. También está convencida de que -con esas fotos- la fantasma que ha inventando está intentando decirle algo. Está a punto de averiguarlo, pero la cámara desaparece.
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Totoro adventure time

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Desde que lo vi no tuve duda de que es para una línea de vida de escalada, como en los…
¡Me alegra que te interese, Ana! Gracias por tu comentario
Buenisma información!!!!
Un comentario sobre el último capítulo que he visto de los misterios de Murdoch. Según dicen en Panamá se habla…
[…] Os recomiendo también el vídeo sobre el libro “Barrionalismo” y el número 5 de la revista dibutetuán […]
guacalita
Ante la tibieza de una noche primaveral, el sueño le va atrapando poco a poco mientras va recordando que así fue como encontró la cámara por primera vez, en las profundidades de uno de aquellos espeluznantes sueños.
Celeste
Pasa muchas veces, es la cámara quien nos posee.