La ayuda al desarrollo desde los países avanzados choca inevitablemente con la arquitectura informativa mundial, centralizada en el Norte, estructuralmente confrontada a todo
Se transmite una visión unívoca del desarrollo supuestamente benéfica para todo el mundo, que disfraza los intereses económicos subyacentes, el afán de dominación y el proyecto de sociedad que encierra
El Sur es demasiado complicado y sorprendente para una prensa del Norte que sólo le presta atención marginal y le conoce de modo superficial y distorsionado
No se trata de convertir al periodista en un científico social, pero sí de desarrollar una cultura periodística más compleja, que busca antes que nada comprender. Una mirada periodística en la que no caben esterotipos ni formas reductivas
Las ONG deben dejar de ser y considerarse la voz del Sur para dar definitivamente la voz al Sur
Leído en Sur y comunicación.
txantxangorri
Muchas veces me pregunto si ese sur no es más que el trapo con el que limpiamos nuestras conciencias, en el norte; que somos tan ruines que incluso somos capaces de encontrar la forma de hacer negocio (incluso informativo) de todo ello.
bonito artículo
un abrazo