A las 7.50 salía mi tren para Toledo. Lo primero que llama la atención es la estación tan chula que tienen. Ya había estado aquí un par de veces con el instituto y muchas cosas me suenan.
El taller hoy se impartía en el Centro Nacional de Parapléjicos. Yo pensé que sería un antiguo hospital rehabilitado (como uno que hay en Jaén), pero no… esto es un hospital, sí, sí.
¿Por qué me mandaron aquí? Pues tienen un aula. Su tecnología está adaptada a personas con discapacidad.
Por ejemplo, con este cacharro, si te colocas una célula en la nariz o la frente, puedes utilizar el ratón movimiendo la cara. Lo suelen utilizar las personas con tetraplejía.
Las mesas son muy anchas y altas, preparadas para personas que se desplazan con sillas de ruedas.
Esto es un ratón adaptado.
Y este cacharrito no me han explicado para qué sirve. La verdad es que me gustaría aprender más sobre tecnología adaptada y tiflotecnología y ver y experimentar en persona cómo se utilizan estos aparatos. Así que… si alguien amablemente quiere darme un taller… ejem… que deje un comentario.
Se han apuntado sólo cuatro personas, pero todas ellas especialmente interesadas en las herramientas de las que hemos hablado y con muy buen nivel. Gracias a eso hemos podido dar un taller más avanzado de lo normal.
Pues nada… voy a ver si sé salir del hospital y encontrar algo de comida. ¡Saludos!
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