Estaremos de acuerdo en que lo único que permite la velocidad es llegar antes a un sitio, sea cual sea, llegar antes aunque sea para equivocarse o para estrellarse.
Cuando todo el mundo lleva una cámara en el bolsillo ya no puedes aspirar a ser el único que capta una imagen. Si el periodista acepta esta realidad podrá empezar a plantearse el gran reto de su profesión, lo que de verdad dará valor a su trabajo: ser bueno, cuando ser bueno ya no es ser el único ni el primero.
“Cuando nos apresuramos, rozamos la superficie y no logramos establecer verdadero contacto con el mundo o las demás personas”, dice Honoré.
Comunicadora, dinamizadora de redes sociales, especialista en TIC, bloguera, ciclista, hortelana y wikipedista. Parte de @masticable y ahora aprendiendo programación con @ironhack
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