El pub era verde. Tan tranquilo como una pecera. Hablamos. Una sesión de confesiones. De las que consuelan. Té para ella. Mojito para mí.
Lagrimeaba. Empezó a hablar atropelladamente. “Joder, me he pasado tantos años estudiando y obedeciendo para esto”.
Se lamentaba. En casa siempre ponía la mesa. Fregaba suelos. Hincaba los codos. “Supongo que buscas la aceptación, aunque sea con dieces”.
Apenas había otra cosa. Era la empollona. La promesa. La promesa. Era, era, era.
Ahora. Es la lesbiana.
Eva
Guau… un estilo de narración claro e impactante y una historia impresionante.
Es increíble la situación tan artificial que se puede crear en este caso, como tratar de demostrar constantemente “Yo soy una buena persona, soy útil y valiosa”. Tras la revelación parece que de repente sigue viviendo en el mismo mundo, pero en otra dimensión (bastante siniestra). No sé si estoy diciendo algo muy obvio o algo disparatado, sólo es que me gusta leer estas experiencias para conocer otras realidades de las que he vivido siempre como apartada por esa forma de pensamiento que te inducen a tener desde arriba y desde la infancia.
Un saludo para tu amiga. Espero que pronto le vaya bien con su familia.
Ostras, Olga, acabo de acordarme de mi libro de teoría de la literatura que tengo en casa (ya sabes, nuestro profe Eugenio jeje). El último capítulo es “Teorías gays, lesbianas y queer”. Seguro que además de muchos títulos de libros encontrarás fragmentos interesantes.
Eva
Bueno, quizás en el último renglón lo diría todo seguido: “Ahora es la lesbiana”.
Aire
Que pena!
que pena que sea la empollona, que sea la obediente, que sea la estudiante, que sea la que recoge…que sea la médico, la periodista, la estanquera…que seas la hija de. Que sea la lesbiana.
Que pena!.
Siempre igual. Siempre igual.
No miramos al individuo, si no a sus esquemas sociales: lo que hace. Lo que viste. Si su comportamiento se ajusta o no a lo establecido. Si nos sirve para que todo vaya como consideramos que tiene que ir.
No miramos al ser. A quien está dentro de todo eso. A lo que siente. A lo que ama. A lo que le hace vibrar. A lo que vive.
La pena no es que ahora sea la lesbiana. La pena es que no se ha tenido en cuenta, qué es ella.
(Lo mismo hubiera sido de terrible si ahora fuera la que se casó con un don nadie, la que no puede tener hijos, la que terminó limpiando escaleras. Y dentro de esto también hay escala de valores; lo peor, ser lesbiana jajajaja)
Así vamos.
Cada una con nuestros títulos.
¡Total no tiene que cambiar esto!
(perdón, hoy me he levantado revindicativa y no tengo ganas de callarme)
Montse
Si que pena¡
Una pena que las personas solo se queden con una opcion , una opcion personal y es solo una parte de la vida de alguien, no el todo , no deberia importar , pero en este pais nos quedamos con las diferencias , creo que el miedo es muy ignorante.
Un saludo
Montse
Perdón la palabra no es opción, mil disculpas, es ser , va implicito en alguién y no es opción, ¿en qué estaria yo pensando?, nunca es una opcion , se sufre no ser como los demas quieren que seamos , por señalarte con el dedo, por las miradas , por… en fin.
supongo que me he puesto desde la perpectiva que tienne los demás , pensarán que es una opción y no lo es , es mucho mas complejo, ¿pero quien quiere llegar hasta ahí?
Un beso.
Miguel
Iba a decir algo, pero ya lo ha dicho Aire perfectamente claro.
Olga
Eva, la “amiga” soy yo y me conoces desde hace 23 años. No estás tan alejada de esta realidad. ¿O sí?
Eva
Aaah cucha. Me refiero a alejada mentalmente por el esquema general de la sociedad, donde siempre se ha dado mayor preferencia al tema de la heterosexualidad y cosas por el estilo.
Ay, yo qué sé…
Eugenia
“La” lesbiana. Siempre me gustó el laísmo. Poseer artículo es como tener un título de “don” o algo así, ¿eh?
Mar
Hola, es la primera vez que escribo por aquí.. esta historia me suena tanto que parezco yo también la amiga que era empollona, era trabajadora y que era admirada por el empeño que ponía en hacer las cosas y al final se quedo en sólo la lesbiana.
Parece que nada de lo que hayas hecho o de lo que hagas te puede definir más y mejor que ser lesbiana, es triste… hacer tantas cosas para terminar siendo definida por los demás como la lesbiana. Etiquetar es el deporte favorito de la sociedad…
laperra
para mí eras “la de la flauta”