Hace poco preguntábamos a los foreros esto en Haces Falta al hilo de un estudio que revela que “sólo un 16% de los encuestados señala la posibilidad de aprender nuevas habilidades como una motivación importante para ser voluntario o una característica de su actividad”.
Yo he estado también intentando pensar si hay alguna habilidad específica que me haya enseñado el voluntariado y no doy con ninguna en concreto, aunque posiblemente sean muchas.
Sí que me salen muchas otras cosas que me ha enseñado, pero sobre aspectos sociales o que me han hecho reflexionar sobre conceptos tan abstractos como la identidad (transexualidad) y la voluntad (personas sin hogar).
Pero leyendo sobre el chotto, se me ha ocurrido esta tontería que no es tan tonta.
El voluntariado me ha enseñado que tengo que aprender a decir “no” (aún no he aprendido a decirlo).
Muchas veces quieres cubrir todas las necesidades y rápido y no lo haces bien simplemente porque a veces hay que decir “no”.
Reconozco que soy absolutamente chotto (acabo de adjetivar esta palabra) y es incluso un problema laboral y personal.
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