Después de conocerles al principio del taller de juegos tradicionales, el otro día estuve en la función final del proyecto que se realiza en una asociación del barrio de la Prospe en Madrid.
Me sorprendió muchísimo que la obra no fuera nada infantil (quiero decir… empalagosa), sino que tenía muchos detalles vanguardistas que -aunque no estemos acostumbrados- los niños y niñas entendían perfectamente.
“En algún momento me ha recordado a Ionesco“, comentaba una señora al final de la función.
En varias escenas, trataba sobre los problemas que tienen los nenes* de hoy en día para jugar: pocos espacios, horario restringido, diseño de una ciudad eminentemente comercial, mucho tráfico, peligro en las calles, padres y madres perezosos…
La desilusión me llegó cuando la responsable de todo esto me contó que se le acababa el contrato y que el proyecto no sigue adelante.
* = Se nota que toy en Jaén.
Leave a Reply