Lejía
Como en un juego
me coloco el delantal prisión
de las labores de limpieza.
Me miro en el espejo
y soy totalmente anónima.
Mis complementos, el cubo, la fregona,
la escoba, el jabón, la lejía, los guantes de goma.
Como en un juego de identidades
voy danzando por los pasillos
vertiendo agua,
bautizando rincones y paredes
igual que sacerdotisa de blancura.
Los cristales se trasparentan,
las paredes brillan.
A medida que voy perdiendo luz todo resplandece.
Acaba la tarea
me quito el delantal prisión, la máscara,
me miro en el espejo
para volver a ver mis ojos nuevamente.
Pamela Pérez Bernal, poeta y pintora chilena en “Mujeres del mundo”.
Leave a Reply