el blog de los proyectos de Olga Berrios

Comunicación, Tecnología

Los retos de los medios de comunicación desde las nuevas tecnologías

Me he transcrito casi toda esta charla en vídeo (vía Microsiervos) de Enrique Dans porque me parece fantástica. Las negritas son mías, claro. Habrá muchos fallos, aviso.

Por cierto, Flip la esquematiza en estos dos artículos.

Hablar de tecnología y comunicación tiene su gracia porque las dos cosas se mueven mucho. Si pasas dos semanas sin leer noticias te encuentras perdido. La sensación que tenemos hoy con la tecnología es como una cámara acelerada.

Los medios de comunicación también se mueven mucho. Pensad en cómo han cambiado en su historia desde pintar en una caverna hasta lo que tenemos ahora: con los blogs, cualquiera que le dé la gana se abre su propio medio de comunicación.

Dentro de los medios, una de las primeras confluencias fue en 1996 cuando algunos periódicos pioneros empezaron a aventurarse dentro de lo que era Internet. Pensaron en la posibilidad de que eso de la Red podía tener un reflejo en su actividad, que podía cambiar su definición y su forma de ser. El periódico se definía por su periodicidad, por ejemplo, y hay cosas como ésta que cambiarían. Se pasaría de periodicidad a continuidad. También cambia el tipo de medios con los que se compite.

Pero de eso hace más de 10 años. Los periódicos que te encontrabas entonces en la Red podrían ser por ejemplo El Heraldo de Aragón que tenía en su web una foto de su periódico. El Correo Gallego tenía dos o tres titulares por sección, era poquito. La Vanguardia fue la propuesta más seria.

Pero de todo eso hace más de 10 años. Dicen que el tiempo en internet se debe medir aplicando un coeficiente corrector como el que se utiliza para calcular la edad en los perros. Cada año en internet equivaldría a 7 años de las personas, con lo cual es como si hubieran transcurrido 70 años desde su aparición: los cambios son vertiginosos.

Son un montón de figuras que vemos ya como históricas.

“La web 2.0 ha creado la mayor división generacional desde el Rock and Roll”, Bruce Scheneier.

Hay un montón de gente que cree saber de internet y sin embargo se convierte en la más ferviente resistencia cuando vienes con estas ideas. Creen que lo de la web2.0 son gilipolleces y que ya saben mucho de internet y no hay nadie que les pueda enseñar más.

“En este entorno es sorprendente ver como todavía hay empresas con ejecutivos ocupando altos cargos directivos simplemente porque son expertos en lo que era importante ayer”, Funky Bussiness.

A lo mejor para saber lo que es importante hoy tendrían que preguntarle a alguien como sus hijos.

Qué cambios son esos cuando de repente una revista como Time, en su portada de la persona del año, ponen en la superficie de su revista un papel reflectante en el que podías verte. La idea es que tú eres el o la protagonista de la web2.0.

Pero, ¿qué significa esto?, ¿qué es fundamentalmente lo que ha cambiado?, ¿a qué nos tenemos que adaptar como medios?

Yo creo que fundamentalmente cambian tres cosas que se mezclan relativamente.

La primera es el modelo de atención. Es decir, la forma en la que la audiencia presta atención en los medios de comunicación. Fijémenos en esas dos palabras: audiencia y préstamo. A lo mejor la audiencia ya no es tan audiencia y el préstamo es un préstamo, no lo olvidéis.

¿Dónde se está yendo la atención? ¿A dónde mira el pajarito, a los medios tradicionales de toda la vida? ¿Miramos todos a la televisión? ¿Estamos en Youtube? Ahora mucha gente está en otros sitios. Antes veías algo en la televisión y estabas seguro de que podrías comentar eso con cualquiera porque todos veían lo mismo que tú.

Ahora la gente no tiene por qué haber visto lo mismo que tú o no tiene por qué haber enchufado siquiera la tele. Ahora, la gente estamos en muchos “sitios”, de forma dispersa: blogs, youtube, messenger, RSS…

La atención se hace difusa, dispersa, se fragmenta en píldoras de tres minutos.Un ejemplo claro: la generación Youtube te da tres minutos para que le cuentes algo, no más. Youtube es ese sitio que está apunto de adelantar a un sitio tan consolidado como la BBC, un sitio de referencia en cuanto a congregar la atención.

Hoy los contenidos tienen lugar cuando una persona le da por hacer un clic, no cuando un ejecutivo decide programarlo en la parrilla. Modero la atención para prestarla cuando quiera y donde quiera.

Fijaos los modelos de negocio que les queda a los periódicos en la Red. Por ejemplo la publicidad, que la hemos convertido en un montón de cosas que saltan y aparecen y tapan los contenidos. Gracias a dios empieza a corregirse. Todavía hay muchas empresas que van a las empresas y exigen un pop up. No se dan cuenta de que existen bloqueadores y de que al usuario le molesta.

Este tipo de cosas aplican la lógica de la interrupción a un medio como internet, cosa que ya hemos visto que no funciona en la tele y menos en internet.

Clasificados sería un buen modelo de negocio. Practicar la intermediación entre personas que quieren comprar y vender cosas. Problema: otros llegaron antes y lo hacen muy bien. Ebay, Loquo, Playlist… ¿Es posible para los periódicos dedicarse a eso? Sí, pero tendrían que pegarse con unos que ya están muy consolidados.

¿Modelos de suscripción? Los modelos de suscripción tienen un problema. Si tu cierras tu acceso a una serie de gente que no paga la suscripción, desapareces de los motores de búsqueda. Estás cambiando unos pequeños ingresos por una influencia que sería la de aparecer en los motores de búsqueda. Cosa que -con casos conocidos en nuestro país- no resulta rentable en experiencias de medio y largo plazo.

Servicios de valor añadido y servicios extendidos. Seguramente puedan ir algunas líneas por ahí, pero de momento están poco desarrollados.

Micropagos. De momento se ven demasiados engorrosos. Por ahora es poco aceptado.

El vídeo se convierte en algo que fomenta la viralidad, el desarrollo viral. ¿Qué valor tiene el “Amo a Laura”? Lo primero que te pide el cuerpo hacer cuando lo ves es enviarlo. Todos los que lo reciben se encuentran con que lo han recibido de un amigo y reciben libremente darle click. Es un gran valor diferencial. Esta no era una campaña para la MTV que no pagó, se la regaló porque era una campaña para lucirse.

Llegamos al punto de que como dice Bigas Luna, el analfabeto de hoy es quien no sabe hacer películas. Si no habéis hecho todavía una película, probadlo. [Cuenta una anécdota de su experiencia editando un vídeo hecho con una cámara de fotos y subiéndolo a YouTube.]

La atención se hace compartida, multitarea… Es la “Messenger generation”. Las personas de la generación que vienen se convierten en multitarea. Yo soy usuario de messenger y si me saltan tres ventanas de conversación a la vez me pongo nervioso. No se me da bien lo de dividir mi atención en tres conversaciones.

Mi hija puede con cinco conversaciones del messenger, escuchar música a la vez y estudiar a la vez. Y no se le da del todo mal, no me atrevo a decirle que no.

Esa generación de “nativos digitales” tienen “cerebros más potentes”. Tienen cerebros mejor preparados. Lo han desarrollado así con semejante número de estímulos. Han aprendido a moverse en un entorno de más complejidad en el que además no se dedican a leerse las instrucciones. Dejas un móvil delante de un chavalín y no rompe de nada, sino que en tres minutos se baja dos politonos, un fondo de pantalla y un lobu. Y tú no sabías ni que podía hacer eso.

Fijaos en el fenómeno de los nanoblogs. Twitter, Haiku… Éste tipo de aplicaciones, por ejemplo Twitter, permite 140 caracteres como máximo. ¿Esto qué produce? Un efecto interesantísimo. Yo para escribir en mi blog tengo que encontrar el tema, estructurarlo, redactarlo, revisarlo, ilustrarlo, enlazarlo… 140 caracteres son los suficientes para que yo no me coma el coco. Respondo a la pregunta “¿qué estás haciendo?” y escribo. Es el heredero del SMS. ¿Qué valor tiene enviar un update para que se sepa lo que estás haciendo?

Aparentemente es una chorrada exhibicionista. Pues esto lo empiezo y por alguna razón me convierto en el segundo usuario en lengua castellana con más seguidores. ¿Qué hacen 600 tíos pendientes de si me corto el pelo? El valor de esto es la reciprocidad. Para mí no es importante compartir eso con el mundo, lo que me gusta e interesa es la posibilidad de que gracias a eso me encuentro lo que están haciendo 20-30 amigos a quienes sigo.

Ahora si quieren llamarme por teléfono saben cuándo pueden llamarme por teléfono.

Tiene otros valores. Eduardo Arcos estaba en México cuando se produjo el terremoto de Perú y automáticamente lo twitteó. Con su actualización, yo me enteré del terremoto mucho antes que muchos periódicos. Es muy posible que esto se convierta en círculos de gente que se dediquen a hacerse updates sobre lo que ocurre o que se convierta en una herramienta para crear una redacción digital conectada.

Tiempo real. Eso son los medios hoy. Olvidaos de eso de tener enlatada la información o impresa sobre un árbol muerto.

Más cuestiones: la agregación, el RSS. Si alguien le hubiera dicho a su inventor que iba a conseguir lo que iba a conseguir, fliparía. ¿Qué ocurre con este formato? Consigue de forma muy sencilla que la audiencia teórica cambie de papel y deje de ser audiencia y pase a requerir los contenidos. A lo que mayor valor le doy en mi blog no es a los tíos que entran en mi página día a día, sino a los que no entran en la página, sino a los que están suscritos y me leen en su agregador. Ahora me entero de esa información gracias a FeedBurner.

Son los más rápidos comentando. Este tipo de aplicaciones, que además provocan la demandan de movilidad, permiten leer los contenidos sin formatos abusivos, guardarla o enviarla a un amigo. Con eso ya tienes un programita en el que como usuario te montas tu universo informativo.

Provoca un cambio de papel de la audiencia, que ya no espera, que solicita la información. Leo El Mundo sin entrar en El Mundo y no llega la publicidad. En su RSS sólo dan el titular y el comentario, así que puedo elegir entre convertirme en un lector superficial, un hojeador de periódico, o si me interesa clico y voy a verla, en cuyo caso sí me trago la publicidad y lo acepto. El periódico puede elegir entre obligar a visitar la página para leer el contenido completo o incluso añadir publicidad en los contenidos del canal RSS.

Pero si dices “no me gusta el RSS”, puedes encontrar programas que generen RSS aunque no lo quieras. Como la información es pública, nadie puede prohibirte ese uso.

Hay medios que generan RSS y están los otros. ¿Y cuál es el problema de los medios que no generan RSS? Pues que están muertos pero no lo saben.

Siempre que estoy sentado en mi ordenador os encontraréis un navegador abierto (típicamente Firefox) en el cual abro 6 ó 7 pestañas: el agregador de noticias, mis estadísticas para seguir los debates que se abran sobre lo que yo he escrito y así poder reaccionar en una conversación, mi página para comprobar si está bien o si se ha caído, mi herramienta de gestión de contenidos por si quiero poner algo más, mi mail que pueda recuperar desde cualquier sitio (webmail) y mi twitter.

Éste es el perfil de usuario al que tenemos que mirar. Estoy muy en desacuerdo con eso que se comenta de que esto es sólo un “descremado de los usuarios”, sí, pero son los que marcan tendencia. Si quieres pensar como van las tendencias tienes que mirar a estos porque los otros ya se acabarán acostumbrando. Si te dedicas a trabajar para los refractarios pues ya sabes que los refractorios se caracterizan porque dejan de serlo.

Segunda cuestión que evoluciona: la propia comunicación, el estilo comunicativo. Pensamos en la web y la mayor parte de la gente se acuerda de la web del siglo pasado. En ese tiempo sólo había 45 millones de angelitos pululando por la web, alrededor de un cuarto de millón de sitios. Es lo que daba de sí.

Mis primeras experiencias explicando Internet eran dar clases de Internet. Era coger un ordenador que no era portátil, cargarlo, instalarlo en la clase, conectarlo a la tele porque no había pantallas de cristal líquido. Cogías un cable largo de teléfono y desconectabas al profesor que estaba en el despacho más cercano. A partir de ahí llevabas a los alumnos a diferentes sitios. Les llevabas a la biblioteca del Congreso, Harvard, IBM, la Casa Blanca y al cabo del rato decías “se acabó, ya habéis visto Internet, ya lo habéis visto”.

De esos usuarios que había, ¿cuántos realmente hacían algo más que leer lo que había en pantalla? Pues muy poquitos. ¿Por qué? Porque para crear contenidos en la Red había que saber cosas muy complicadas como HTML, DreamWeaver, FrontPage y cosas así.

De repente nos movemos 10 años y nos encontramos con más de mil millones de usuarios navegando por más de 120 millones de páginas web. Ahora no se mantiene la proporción de gente creando contenidos porque si entonces era complicado hacerlo, ahora cualquiera lo hace.

Ahora la gente no sólo lee: piden participar, piden escribir. Empezamos a ver un fenómeno blog que, desde que Google compra Blogger, su crecimiento es exponencial. El que tiene un blog, claramente, entonces era un pionero.

Hoy en día, cada vez menos. Vamos hacia que todo el mundo no sólo tenga un blog, sino una sucesión de blogs. Nos convertiremos en serial bloggers igual que nos convertiremos en serial killers. No es que los matemos, algunos sitios los iremos dejando sin actualizar. Por ejemplo, mi hija va por su cuarto blog con 13 años.

Por otro lado, cuando un usuario se convierte en blogger tiene otro tipo de vicios: leer otros blogs, se hace dependiente de la movilidad, quiere controlar los comentarios de su blog en tiempo real. Esto genera nanoaudiencias, audiencias nicho, audiencias de la larga cola que son muy interesantes. Esta mañana ya eran 90’7 millones de blogs. La cifra de Technorati es brutal.

Esta curva, ¿qué nos dice? Si la homologamos a cualquier proceso de difusión, estamos arrancando. La prueba la tenemos en que la mayoría de los blogs todavía hablan de blogs, de tecnología. Sin embargo ya vamos viendo cómo cada vez hay más blogs generalistas, de cotilleo, de motor, de bebés… Cada vez vemos contenidos más mayoritarios y luego veremos los más difíciles.

Los medios tradicionales empiezan a observar y a publicar con las mismas herramientas que los medios sociales. Muchos periódicos ya tienen la posibilidad de que se comenten las noticias. Muchos usuarios ven incómodo que no se pueda comentar una noticia, que no se pueda votar.

Cada vez los medios están viendo que se tienen que convertir en blogfriendly. Tienen que tener en cuenta a los blogs. De la noche a la mañana tienen que tener acceso libre y sin registro para poder citarles. Los permalinks, porque si hay algo que odias es que los vínculos se mueran en tu blog. Los trackbacks: si un blogger común refiere una noticia, puede salir referenciado en el Wall Street Journal. Me llegan lectores a través de este medio. Que un medio haga algo así es bastante revolucionario e interesante. Los vínculos son ausentes o hacia dentro en los medios tradicionales. Piensan que con vínculos externos se van las visitas. Un blog de entrada expone en un lateral un blogroll, sus blogs recomendados. Les invito a que se vayan. Ya volverán. Si en esos sitios encuentras cosas buenas, vas a volver porque me considerarás referencia. Mientras que el periódico mira para dentro, el blog mira para fuera y le va mucho mejor. Genera más fidelidad.

Convertirse en bloggerfriendly va siendo un reto que algunos empiezan a encauzar, sobre todo gracias a determinados periodistas. Y si no lo haces a tiempo ya lo hará alguien por ti.

Estamos llegando a una especie de “marximo tecnológico”. No sé si es el más adecuado para ser citado por un profesor de una escuela de negocios. Lo que Marx decía es “los medios de producción para el pueblo”. ¿Cuándo se ha producido esto? Cuando la tecnología ha permitido que se democraticen. Antes la libertad de prensa era importante para quien tenía una. Ahora de repente todos podemos lanzar nuestra prensa.

Esquemas sociales: utilizar a otros usuarios para filtrar toda esa intoxicación de información para que me digan qué les pareció más importante. También puedo votar. Muchos sitios lo ven como algo interesante y lo utilizan para sus propios medios.

Es la era del tú. El protagonista es el que consume los medios, usa programas de creación de contenido y filtra los contenidos. Incluso no es la era del tú, sino del metatú, el avatar. ¿Por qué tantos medios hablan del Second Life? Lo que tiene importancia de este sitio es saber que una empresa que ha crecido tanto sin preocuparse de la calidad de sus herramientas, ha abierto sus protocolos para que otros lo mejoren. Así puedes encontrar metaversos como el de Sun, donde puedes entrar en una sala de reuniones, puedes charlar con otra gente de otros sitios del mundo, puedes navegar y ver presentaciones.

Tercer punto: la evolución de la tecnología. ¿Cómo cambian? Las aplicaciones se van a la Red. Es un reflejo lógico de un mundo en el que cada persona no tiene un ordenador, sino que tiene uno en casa, uno en el trabajo, un dispositivo móvil, un portátil… ¿Dónde está su contenido? Ley de Murphy: en el disco duro más lejano, en el que te has dejado.

No tiene lógica guardar en dispositivos tus archivos, sino tenerlo en Red y compartirlo con permisivos selectivos. Por eso muchas aplicaciones se van a la Red pero con reflejo en el escritorio.

Desarrollos cada vez más simples. Menos es mal. Herramientas como Ruby on Rails, PHP, Java… Estas herramientas más visuales desde el punto de vista del programador provocan algo curioso: que de los equipos multitudinarios de personas, ahora pasamos a equipos de desarrollo de tres personas: un par de programadores y un desarrollador de interfaz. Produciendo aplicaciones muy rápido. Es el tres por tres por tres. Tres personas en tres meses por tres mil dólares crearon Flickr.

Si el desarrollo tecnológico te cuesta un ojo de la cara, estás programando como se programaba antes. APIs, mashups… fundamental: si haces una aplicación ábrela para que otros la utilicen. Si quieres montar un portal inmobilario, te coges flickr para las fotos de los pisos y google maps, generas un rss y ya lo tienes sin programar. Muchos medios empiezan a utilizar estas apis.

Por primera vez en la historia de la tecnología, vivimos en un mundo en que es más barato probar y lanzar algo que montar un focus group para decidir si la idea es buena. Sale más caro agrupar a unos usuarios selectos y meterlos en una habitación. Aprende de lo que hace la gente, de si les gusta o participa. Vete corrigiendo. Así se desarrolla hoy.

La web como interfaz universal: todo a través del navegador.

Software como servicio. No quiero tener un paquete enorme de software, quiero suscribirme al paquete que me interese. No quiero saber nada de antivirus, de programas de conexión… cuando descuelgo el teléfono ya hay línea: ya está preparado, ¿por qué no es el ordenador así?

Visión de plataforma abierta. Yo monto la plataforma, dejo que otros puedan complementarla con sus aplicaciones. Cobro por un poco, ellos cobran por su parte y monto un ecosistema de diferentes aplicaciones. (…)

¿Qué cambios se producen para el periodista? Su caja de herramientas cambia. Antes quizá manejaba la máquina de escribir, ahora RSS, nanoblogs, blogs, estadísticas de visitas, trackbacks, comentarios, filtros sociales, watchlists…

Los comentarios son muy ingratos. Hay que controlarlos. El 90% de los usuarios apenas comentan. El 1% realmente aportan cosas. El gran reto en este momento es la participación: mucha gente no sabe participar, no está preparada. Leen la red con una actitud directamente hostil, como una válvula de escape.

Cada cual tiene que poner los límites y hacerlos explícites. Cuando más expliques tu política de comentarios mejor. Así para quien te acuse de censor -que aún los habrá- tendrás esa explicación para defenderte. Por otro lado, es tu casa. Puedes plantearte la premoderación o la postmoderación. Yo creo que esto se irá moderando en el futuro, igual que pasó con los foros.

El medio de comunicación tiende a ser un espacio como el de la máquina de café. ¿Cuál es su papel? En el que puedas encontrarte con gente, hablar, compartir información, confluir, discutir, intercambiar, hacer grupo… convertirse en un punto de encuentro. Si el medio de comunicación consigue montar esa comunidad creo que la cosa va más por ahí: por la gestión de comunidades.

¿Qué potencia le queda a las grandes marcas de los medios? La de ser capaz de integrarse en la larga cola, dejar de ser un contenido para una sola gente. Crear muchos contenidos para muchas personas diferentes. Crear algo más que lo que haces con una sola plantilla de profesionales.

¿Por qué gente prefiere entrar dentro de un sistema de creación de blogs de un periódico grande a otros sistema? Porque se convierten en brokers de información. Si publicas algo en La Coctelera, El País o Periodista Digital, apareces en portada. De ahí te entraba gente. Antes si abrías tu blog, no te visitaba nadie. Los medios se convierten en repartidores de esa atención que generan en la máquina de café. Reparten la atención para vivir a favor de la larga cola y no en contra.

¿Qué pasa con la credibilidad? Antes respondía a que tuvieras una prensa. Ahora no. Pasas a ser creíble no por qué estudias o por tu familia, sino por tu trayectoria. Si una serie de gente te lee y te sigue, te ganas la credibilidad. Se ha democratizado el medio de producción, credibilidad incluida. De la misma forma que viene, se va.

Si algo desarrolla el tipo de medio en el que estamos ahora es la lectura crítica. Antes si salía en el medio era verdad. Ahora no te fías ni de la Wikipedia. Esto creo que es bueno. Por el hecho de estar un medio no tienes la verdad. Es la venganza de las amateurs. No hay forma de que tengas en una redacción gente que sepa de todo y muchísimo de cada cosa. Siempre va a haber un amateur ahí fuera, que se llama así porque ama lo que hace y de lo que escribe, que va a saber más y que se documenta más. Tienes que apoyarte en eso.

2 Comments

  1. Pues la charla es muy buena, pero la currada que te has dado con la transcripción es como para invitarte a cañas.

    🙂 David

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