Un gran acontecimiento del año, para mí, es la Feria Más Que Libros (F+QL). Este año era la tercera edición.
¿Por qué? Pienso que uno de los criterios por los que se debería valorar un evento es por las ganas de hacer cosas con las que te marchas. En este caso, esta cita cumple al máximo este criterio. Llena tu cabeza de ideas, sorpresa y admiración.
Os sirvo fresquito un reportaje fotográfico…
¡Empecemos!
Aquí tenemos lo que llamamos… ¡una montaña de periódicos! Fijaos… ¿cómo los habrán erosiondo para que quede así? Daban muchas ganas de tocarlos y yo lo hice, aunque luego me señalaron el cartel donde rezaba “no tocar”. La verdad es que, al menos, como sugería Esther, podrían poner alguno que se pueda tocar. Daban muchas ganas. Las y los artistas deberían plantearse eso: crear obras que no sólo se puedan mirar, sino disfrutar con más sentidos.
Aquí tenemos un libro agujereado de tal manera que llega al final. Fijaos en la palabra que se lee al fondo: “Fin”. ¡Qué ideas!
De la feria, surgen muchas posibles ideas para trabajar creatividad a todas las edades. Aunque la primera brotó pensando en infancia. Empecé a tirar fotos con vista a apuntar ideas y organizar una revista hortelana creativa.
En estos libros, niñas y niños hablan de los números, mariposas, etc. En la huerta, podríamos hacer un libro con dibujos y descripciones de las plantas elaborados por niñas y niños… ¡y también personas adultas!
Los libros recortados son espectaculares. (¡Otra posible idea para el taller o revista hortelana!)
Me gustan especialmente los que llevan partituras. ¡Qué simpático éste!
Hay libros recortados que se centran especialmente en las sombras que crean estos recortes… ¡fijaos!
Qué imagen tan literaria, ¿verdad?
Más ideas para un posible taller, en estas se reutilizan todo tipo de objetos para hacer de contenedor de la publicación. Aquí, un bote de cristal. Me parece especialmente indicado para dejar las publicaciones hortelanas en la misma huerta y que no se estropeen. Lo peor es que no es muy manejable.
La carcasa de un CD sirve para pequeñas publicaciones.
Otra idea muy divertida es crear algún tipo de publicación a modo cadáver exquisito.
Ésta es la historia de un árbol que luego fue papel que luego fue árbol.
Aquí, literatura en cómodas dosis.
Un ejemplo sencillo de libro plegado.
¡El libro ha muerto! (¿Quién disparó? ¿Internet, el ebook, la televisión, la radio, el señor Wert…?)
De una página, brota un árbol.
También es posible que una sirena o una ballena se zambulla en un libro.
Cuando la idea de la revista hortelana se estaba forjando, nos encontramos con Domeñique, una revista autoeditada para niñas y niños artistas.
¡Otra posibilidad! En las ilustraciones de plantas, podemos estampar sus formas utilizando las mismas plantas. Aquí tenéis una hoja de perejil. Se pueden usar hojas y secciones de tallos, bulbos, flores… Hay que darle un poco (no mucha) de pintura acrílica. Nos recomendaron también la alcachofa, dicen que queda muy bien. Pero a mí me da pena dejarla estropeada de pintura en lugar de comérmela. ¡Está tan rica!
Fantástica idea para reutilizar esas agendas de papel que no se usan y han pasado de fecha: usarlas para elaborar libros creativos.
La artista nos contó algunas de sus técnicas. Por ejemplo, en este caso se pintó el dedo de color naranja y marcó el cuaderno. Luego, con las manchas, pensó qué figura hacer. Se le ocurrió que fueran peces con la boca abierta y dibujó entonces las siluetas.
Además, en esta libreta, cuando la tinta traspasa el papel de un lado a otro, intenta desarrollar una idea en la siguiente hoja con la mancha que haya pasado. De esa forma, las mismas manchas son un punto generador de nuevas creaciones. ¡Manchas artísticas!
En este caso, utiliza un prospecto de crema o de medicamento… ¡qué bueno!
Me gustan también las ideas generadoras diminitas. Aquí tenéis un divertido libro que se llama “Menudo punto”. Va de las aventuras de un punto.
El punto a veces se lía y tal.
Un libro chiste titulado “Libro de primavera para niños alérgicos”.
Lo abres y encuentras un pañuelo de papel como páginas…
¡Más libros recortados! Otro ejemplo espectacular: una pequeña ciudad en tu cuaderno.
Y otra idea para el cuaderno hortelano: utilizar troncos y ramas para decorar o documentar.
Acabo ya despidiéndome con una foto del cátering de la feria. Había de todo: letras en su tinta, sopa de letras…
¡Espero que os haya gustado y haber transmitido un poco esa sensación de ganas de crear!
Y, ahora, me voy zumbando.
… … … ¡zuuuuuuuuummmmmmmmmmmmmm!
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