Relacionamos la discapacidad con moverse con una silla de ruedas. Con ser muda o sordo. Con que te cueste comprender conceptos complicados, frases subordinadas…
Pero, ¿y qué pasa si comparas a la ciudadana o ciudadano que convencionalmente entendemos como “normal” con una atleta, con un matemático reconocido o con una reputada astrofísica?
Entonces, ¿qué es eso de la discapacidad? O, peor, eso de la invalidez.
¿Qué derecho tenemos en indicar qué es lo estándar o lo normal? ¿Cuál es la medida?
Por eso muchas personas proponen que entendamos que en el mundo las capacidades y habilidades son diversas. Quizá tú te mueves sin silla de ruedas, pero una persona que se mueve con ella canta bestialmente, compone, dibuja y te da mil vueltas con la física y la química.
Imagen: tsevis
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