Para un curso chachi en el que voy a participar en breve (en el “campamento” masticable) nos han pedido una tarea previa. Como me he divertido haciéndola, me apetecía compartirla.
Nos piden que escojamos algunos hitos de nuestra educación. Experiencias personales. Como podrían ser muchos, yo he escogido escenas, momentos, cosas… que pienso que han marcado decisivamente cómo veo la educación.
He intentado escoger además momentos constructivos, aunque también hay un par de escenas más bélicas.
Tras apuntarlos, se observa que lo que te impacta a veces es muy (¡demasiado!) puntual y azaroso. Da la sensación de que depende más de iniciativas personales que de todo el sistema educativo.
Diarios y blog
Durante bastante tiempo, escribí diarios personales. Escribí muchos.
Hace más de 9 años publico en este blog, que parece el heredero de esa costumbre.
¿Cómo me marcaron?
- Reflexión personal: me expresaba, dudaba, me cuestionaba… sin que nadie me obligara a ello
- Hábito: lo hacía con una displina impuesta y escogida por mí misma, de manera que supongo que me dio capacidad para tirarme un buen rato escribiendo y volver al cuaderno casi todos los días
Periódico juvenil
La presidenta de la asociación de vecinas y vecinos nos dio un poco de dinero para lanzar un diario juvenil del barrio que duró varios veranos. También nos cedió un espacio. Con una mínima inversión, conseguió entretenernos y que tuviéramos una ocupación autogestionada con la que nos pegamos bastantes fiestas y hostias educativas.
¿Cómo me marcó?
- Oportunidad. El simple hecho de aportar recursos básicos como un canal de comunicación (dinero para fotocopiar) y un espacio (actualmente lo segundo es lo más complicado y lo primero se ha facilitado con internet), dio unos resultados muy interesantes. A menudo, aunque se dispongan de esos recursos, mucha gente evita la responsabilidad de ofrecerlos a quienes desean aprovecharlos.
Cierto año, sólo nos apuntamos dos personas a clase de Ética. El profesor nos dejó con el ordenador describiéndolo como “el futuro” y nos pidió que hiciéramos un trabajo para final de curso. No creo que pasara muchas más veces por el aula, que era la biblioteca. Si lo piensas, fue bastante caradura. Pero hubo mucho de bueno en eso.
¿Cómo me marcó?
- Confianza: es raro que un/a docente te abandone, teniendo en cuenta el m/paternalismo reinante en el sistema, pero yo lo tomé como un gesto de confianza y un espacio para el autodidactismo. Lo devolví de una forma que aún me sorprende: me leí todo lo que encontré sobre Psicología de la Creatividad y entregué uno de los trabajos más extensos y documentados que he hecho en mi vida. A la vez, ¡encima!, propició el primer contacto que tuve con internet.
Filosofía (para mediocres)
“El mundo de Sofía” tuvo la culpa. Me flipé demasiado. Tenía unas expectativas tan altas de la asignatura de Filosofía… ¡soñaba con ella! Cuando llegó el momento, me topé con una profesora que se dedicaba a … ¡¡¡DICTAR!!! Me indigné y reclamé que se lo currara un poco. El resultado fue la primera expulsión de clase que recuerdo. La profesora alegó que éramos demasiado mediocres para enseñarnos Filosofía.
¿Cómo me marcó?
- Menosprecio: entendí que es absurdo plantearte dar una clase y aportar algo si menosprecias a las personas con las que tratas.
- Aburrimiento: el peor enemigo de la educación.
Baldo
A través de un foro de internet, contacté con un profesor de Filosofía realmente motivado y excepcional. Estuvimos bastante tiempo escribiéndonos. Yo le exponía temas y él planteaba multitud de dilemas asociados, me contaba historias, etc.
- Partir de las personas: Baldo generalmente no proponía debates, sino que escuchaba mis intereses y planteaba dilemas y razonamientos a partir de lo que a mí me interesaba en ese momento
Literatura
Teníamos que leer El Quijote. La profesora de Literatura nos propuso que, por grupos, fuéramos exponiendo resúmentes de ciertos capítulos a las compañeras y compañeros. Éramos tres en mi grupo. Se nos ocurrió interpretar un programa de radio en el que entrevistábamos a dos expertos que tenían puntos de vista enfrentados sobre lo que contaban los capítulos que nos habían asignado.
Sorprendemente, la exposición fue un éxito. Y fue la primera vez que nuestras compañeras y compañeros pidieron que repitiéramos la clase, no porque no lo hubieran entendido… ¡¡sino porque les había gustado!!
¿Cómo me marcó?
- Cambio de roles: es una gran estrategia hacer que todas y todos enseñen porque todo el mundo puede aportar. Además, en otros roles se aprenden otras cosas y -si lo tienes que explicar- lo tienes que haber aprendido
- Interés: si algo divierte y sorprende, no sólo la gente no está deseando huir de clase, sino que incluso puede ocurrir que pidan más
Métodos de estudio y Summerhill
No sé si fue por una charla o por la orientadora, o porque estaban de moda, hubo una época que leí bastante sobre métodos de estudio. Tenía una intención muy práctica: si sabía memorizar rápido, antes acabaría de estudiar y me iría a pegarle patadas al balón a la calle. Así descubrí que existían otros sistemas educativos y fantaseé con Summerhill.
¿Cómo me marcó?
- Otra educación es posible: ahí se confirmó que es posible imaginar y experimentar otros sistemas educativos. El hecho de imaginar esa posibilidad es un paso brutal
- Participación: que las personas escojamos qué queremos aprender, cómo, tiempos, etc.
- Experimentación: en Summerhill no aprendían sólo con libros… ¡destripaban una radio para aprender cómo funcionaba! Aprendían haciendo.
Dibujando un sacapuntas
En Plástica, nos acostumbran a la pulcritud. A la goma. A la perfección incluso aunque estés abocetando. Pero un profesor diferente nos instaba a ensuciar mucho el papel. Nos pedía algo sencillo: retratar un sacapuntas. Con tantas líneas, conseguíamos aproximarnos a la estructura. Entre todas ellas, la mirada conseguía distinguir cuál era la acertada. Al repetirlo, era más fácil aproximarse al objetivo. También nos prohibió usar la goma.
Es increíble cómo detalles aparentemente minúsculos pueden romper tus esquemas.
Poco a poco me acostumbré a mis folios ennegrecidos y me parecieron bellísimos: mostraban todo un arduo proceso, no un resultado espléndido. ¡Viva la suciedad!
Esta misma lección tengo que aprenderla ahora que estudio piano. ¿Cómo ser capaz de avanzar en la melodía cuando la has cagado en las últimas 8 ó 9 notas? (o más, jajaja)
¿Cómo me marcó?
- Derecho a equivocarse. Cuando el error es muy visible, se puede aprender de él. Nos empeñamos demasiado en corregir continuamente. El tachón, la goma, el típex… ¿por qué escondemos y nos avergonzamos de nuestros errores?
- Motivar. También el profe profería continuas alabanzas a nuestros trabajos, nos animaba muchísimo. Aunque a veces pueda parecer exagerado tanto aplauso, en ocasiones un “¡muy bien!” significa “¡sigue currando!”… Y hay algunos trabajos que, aunque no lo parezcan, cuestan mucho más de lo que aparentan.
Deontología periodística
Durante la carrera, acusé a un profesor de dar catequesis en lugar de la asignatura de Deontología periodística. El resultado fue la segunda y última expulsión -en mi vida- de una clase. Él argumentó que, aunque las y los presentes tuviéramos 18 años o más, necesitábamos todas aquellas lecciones sobre el amor puro, la enfermedad de la homosexualidad, los peligros de la masturbación, etc.
- M/paternalismo: me pareció insultante su actitud, aunque realmente lo hiciera con buena fe (fe ante todo, jaja). Prefiero, además de explicar a las personas mi opinión, pero darles opción. Aunque deteste Facebook, es lógico que hay que conocerlo y hablar de él.
- Menosprecio: el capítulo se repite.
Xosé
Me enseñó mucho sobre comunicación y solidaridad, y también algo fundamental sobre educación. Él no se dedicaba a tachar en rojo mis noticias o describirlas como si fueran una basura. Siempre solía aportar sugerencias empezando con las palabras “Yo lo hubiera hecho así y así”.
¿Cómo me marcó?
- Tacto y respeto. En un momento de mi vida en el que acumulaba muchos gritos y desprecios, respiraba estas simples palabras como si fueran oxígeno. Y miraba a Xosé cual criatura divina y misericordiosa.
Convertida en profe
A los 22, y probablemente porque nadie quería esa tarea, se me asignó impartir algunos talleres en mi primer trabajo. Herramientas de internet para ONG. Entonces ya había olvidado mi época de pasión por los métodos de estudio o de profe particular, por lo que sentí aprensión y lo interpreté como un marrón. Poco a poco, me flipó.
Fui experimentando. Siguiendo un poco mi intuición. Y, sobre todo, me esforcé porque nadie se sintiera tan gilipollas e inútil como yo me había sentido la mayoría de los años que pasé en el sistema educativo formal.
Mario Kaplún
Mis sospechas, críticas y fantasías educativas… ¡estaban puestas sobre papel hacía muchos años! Y encima estaban explicadas con un lenguaje tan sencillo que daban ganas de llorar del gusto.
Las ladies
Dar clase de alfabetización y castellano a señoras que hablaban poco y escribían menos o nada es un reto. Aprendí mucho, pero destaco sólo una cosa… ¿Cómo le explicas a una persona que prácticamente no entiende tu idioma qué es una vocal, una palabra, la ortografía, la poesía o el sexto de una barra de pan?
- Adaptar el nivel. Las ladies son un ejemplo extremo, un ejercicio (casi tortura) para inventar formas de hacer accesible algo. Me dejaron la costumbre de cuestionar casi continuamente si se entiende cada palabra que expreso.
angua bipolar
oooh me ha encantado, y recordado un post q tengo pendiente de las cosas q me han marcado como profesora 🙂
angua bipolar
ah!! y por cierto, a mi tb me encanta eso de que hace Xosé de “el yo lo hubiera hecho así”. Todavía tengo la espinita de poder trabajar más con él y me debe un taller sobre comunicación!
Adri
Que guapo!! Me siento identificado en algunas de las experiencias durante tu estapa estudiantil.
Un abrazo!
Lucas
¿Dónde está el botón de aplaudir?
Tururú
Oooh qué maravilla de momentos. Y de no haber sido porque me insististe, no me hubiera hecho el blog para pasar a dibujar un montón, y así mejorar más. Jaja gracias, Olga 🙂
Capo
En tanto que he aprendido a compartir… y que creo que hay que imitar a quienes quieres parecerte.. te informo de que pienso plagiarte el post. XP
LaChufa
Una preciosa memoria_reflexión.
alfonso
Una historia preciosa sobre la educación y el crecimiento personal. Voy corriendo a ver quien es ese Mario Kaplún. Gracias!
Pilar Mingote
¡ Buenísimo!!!
Besos