Recuerdo que, en la facultad, las primeras redacciones de noticias que nos salían eran desastrosas. En ocasiones, en la noticia incluíamos el proceso realizado para obtener la información: “tras contactar con… nos informó de que…” o “quisimos entrevistar a… pero nos rechazó…”.
Nos tachaban estas cosas. Con la salvedad de que, en ocasiones, la oscuridad (el que no nos den información) puede ser noticia (la falta de transparencia del Gobierno, por ejemplo, sería válida como noticia); en general nos indicaban que una información nunca debe explicar cuánto nos ha costado hacerla.
Repito: una información nunca debe explicar cuánto nos ha costado hacerla.
¿Por qué? Me lo pregunto a veces.
En clase decían que a la gente no le interesa el proceso, sino la información en sí. Que la periodista (y por tanto su proceso y su esfuerzo) tienen que quedar al margen. Que no interesan.
¡Pues a mí sí me interesan!
Imaginaos que la gente que comunica (periodistas, bloguerxs…) explicara en cada noticia cuál ha sido el proceso exacto para elaborarla: cómo se le ocurrió, por qué escogió tal titular y tal enfoque, qué fuentes rechazó y cuáles buscó.
Quizá podría parecer un esfuerzo demasiado grande. Pero podría hacerse de manera fácil y sencilla, rellenando un cuestionario.
Sería un ejercicio de transparencia informativa. Si lo hiciéramos sobre noticias que ya están publicadas, habría que confesar que la mayoría son copia-pega de agencias, de otros sitios, de aburridas ruedas de prensa. Muy pocas serían el resultado de un callejeo de los buenos.
Desde luego, y lo digo también por mí, si tuviéramos que explicar desde ahora cómo preparamos cada noticia, nos las curraríamos muchísimo más.
Pero no. Según las santísimas reglas del periodismo, no se puede revelar el truco. Si no… se pierde “la magia”.
¿Cómo he hecho este post? 😀 La idea se me ocurrió leyendo a Kaplún, que propone evaluar los mensajes de la comunicación educativa preguntándonos cuál ha sido el proceso en lugar de valorar sólo el resultado.
Luis Blasco Rojas
A mi también me interesa, compartiendo experiencias se aprende muchísimo, pero quizás sea cierto que pierde mágia. Quién sabe hacer algo y lo comparte de un mdo desinteresado, es porque es generoso.