el blog de los proyectos de Olga Berrios

Activismo, Comunicación

Haití: La gestión de la impaciencia

Es la primera vez que vivo la impotencia y la impaciencia de tan cerca de mucha gente que ve las noticias de un desastre natural y quiere hacer algo. Pero no sabe qué.

Con lo del terremoto en Haití, desde la Plataforma del Voluntariado de España hemos intentado reaccionar ofreciendo rápidamente números de cuentas para donar, información sobre posibles fraudes en las donaciones, reflexiones sobre la ayuda humanitaria, datos sobre el empobrecimiento y la injusta situación del país antes del terremoto…

Es una situación muy impresionante:

  • Nos escriben y llaman muchas personas ofreciéndose a marcharse inmediatamente a Haití. A apoyar en lo que sea.
  • Gente parada que se siente inútil, una mujer que cuida a su suegra enferma pero que aún así quiere marchar, albañiles, conductores, una periodista que quiere cubrir lo que ocurre, enfermeros y enfermeras… Hay quienes te cuentan historias personales impresionantes. Para un libro.
  • Desde mi perspectiva, los medios de comunicación están provocando esta situación de impotencia ya que no explican claramente qué se puede hacer en situaciones así a parte de donar. Se centran en la mierda de siempre: el morbo.
  • Hemos publicado y enviado boletines especiales pidiéndole a la gente que denuncie, que haga voluntariado desde ya, que se forme. Dejando claro que no es posible enviar a Haití a miles de personas que no tienen una coordinación y formación previas.
  • Siguen llegando mensajes de personas que quieren viajar a Haití inmediatamente. Tienes la sensación de que no comunicas correctamente.
  • Es una situación emocionante y desesperante a la vez si piensas que hay muchas personas que quieren moverse realmente, que reaccionan, que si les tocas responden. Desesperante porque irse a Haití ahora, así, de repente, no es la forma.

1 Comment

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    Totalmente de acuerdo con lo que escribes. Quizá lo que hay que hacer es que las personas que ahora quieren actuar sobre el terreno, aplacen su viaje a Haití y acudan cuando este país se vacíe de cámaras, de reporteros y de voluntarios, es decir, cuando nos olvidemos de ellos. En ese momento, seguirá habiendo muchísimas cosas por hacer.

    Un saludo!!

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