Hoy me preguntaba Flip si no me ha vuelto a interesar meterme en temas LGTB después de la experienca con el club de lectura en Cogam y con el voluntariado en El Hombre Transexual.
El caso es que no sé dónde me metería si volviera a batallar en esto. Como ya estoy encebollá hasta arriba, pues tampoco me he metido mucha prisa.
Y al menos sigo con dibujitos por aquí y apoyando la difusión de cosillas en internet…
A la pobre Asun siempre le aburro con ideas para hacer sobre esto. Montar una revista. Unirnos a un grupo de artistas. Movilizar a las bolleras… pero no en Chueca, sino en Carabanchel. Petar bares típicos españoles de lesbianas.
Me molaría hacer algo entre reivindicativo, sesudo y creativo.
– ¿Un corto? -sugería Flip.
No sé. Pocas historias se me ocurren ya. Me suenan mucho las que leo*. Más que crear más mensajes, me preocupa lo de llevar lo LGTB fuera de lo LGTB.
Que todas esas pelis, libros, discursos… no sólo los lean lesbianas. Es lo que siempre pasa en las ONG: a los actos de sensibilización va gente que ya está sensibilizada.
Preguntarle a la gente: ¿Por qué necesitamos todo ese material oculto? ¿Por qué hay pelis y música bollo? ¿Te has preguntado alguna vez si se podrían contar las parejas lésbicas del cine?
¿Cómo se cría y crece la gente sin ese tipo de referentes? ¿Te imaginas tu vida sin haber visto pelis, leído libros o escuchado música con romances y relaciones en los que no te sientes definitivamente identificada?
Exageremos. Imagina que en tu vida hubieran robado todos los besos de los cuentos.
Y ahora… ¿qué hacemos?
*PD.: Excepto la teoría queer, que apenas he leído nada y encima la postergo eternamente.
Asun
Ahora mismo votaría por invadir algún local, por ejemplo, Casa Parrondo, no se vayan a dormir en los laureles… XD