Hace unos días os hablaba de Saiku, un gestor de proyectos, y os contaba que probarlo había sido una experiencia bonita ya que el chico que lo desarrolla está dinamizando para Saiku un “cazabichos” (bugtracker), un espacio donde se le pueden enviar ideas, fallos, dudas y ánimos.
Aquí tenéis una fotico…
Cuando vi la herramienta, mientras la usaba y aún tiempo después me ando preguntando cómo se podría aplicar algo muy parecido a otros aspectos de la ciudadanía activa.
Cómo aplicar algo que mejora la tecnología… para que mejore la sociedad.
Imaginos uno a escala de un ayuntamiento. La ciudadanía iría exponiendo sus ideas, uniéndose a otras, etc.
El ayuntamiento podría ir indicando si está trabajando en ello, si está solucionado, qué le parece la propuesta, etc.
Conozco iniciativas parecidas a esto que cuento como Lo prometido es deuda y Politifact, pero se centran en recoger promesas y exponer si se cumplen o no.
Captura de las promesas de Esperanza Aguirre
Gráfico de las promesas de Obama
Un bugtracker recogería propuestas ciudadanas, no sólo las de los gobiernos en campañas y programas.
¿Y aplicarlo a otros niveles? Un bugtracker para cada organización o -mejor- para cada causa.
¿Y aplicarlo a tus causas, tus cosas? Un bugtracker para el proyecto con las ladies, para la Plataforma…
Pero… ¿se podría imaginar algo más allá? Una forma de participar/argumentar como la del software libre: creando alternativas reales. Compartiéndolas. Haciendo posible que otras personas las apliquen en su día a día. Jum.
Mauro Lara
Durante estos días estoy muy interesado en teorizar y aplicar la tecnología 2.0 en la política. La idea que planteas del bugtracker es simplemente excelente. Felicitaciones espero que sigas reflexionando sobre el tema.
Olga
¡Gracias, Mauro! No sé… tengo como el presentimiento de que esta herramienta -o al menos su forma de organizar y fomentar la participación- puede dar para mucho.
Pablo
Creo que el mejor uso para algo así es la política 2.0. Para cuándo tendremos voz, además de voto?