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Activismo

Así se forman las mayorías

“La regla de la mayoría es tan absurda como sus detractores le acusan de serlo”. Así empieza un texto del filósofo John Dewey, que continúa: “Lo que importa es cómo una mayoría llega a serlo”.

A mi juicio, caben tres caminos: el debate sereno y la discusión pública bien argumentada, la agregación de intereses individuales y grupales y la manipulación de los sentimientos.

Creo que llevaba razón Dewey. La democracia representativa no es el gobierno del pueblo, en ningún lugar de la tierra gobierna el pueblo. Es más bien, como se ha dicho, el gobierno querido por el pueblo, y ni siquiera eso: es el gobierno querido por la mayoría del pueblo, incluso por la minoría cuando los partidos en el poder no tienen mayoría absoluta. Cómo se forma esa mayoría cuyos representantes pactan con las minorías es un gran problema.

Puede hacerse por agregación de los intereses de los votantes. Los partidos políticos compiten por sus votos tratando de sacar a la luz cuáles pueden ser los intereses de los distintos sectores y les aseguran que van a satisfacerlos. Las gentes sopesan bien las diferentes ofertas, las estudian y optan por las que les parecen mejores. El deliberacionista critica esta forma de actuar porque la considera equivocada.

No nacemos ya con intereses, sino que los intereses se forman socialmente, ni es auténtica democracia aquella en que las gentes buscan su interés particular, como si no fuera posible forjarse una voluntad común mediante la deliberación y el intercambio de argumentos. Esto es lo propio de un pueblo, de un demos, el poder decir “sí, nosotros queremos”, y sin él no hay democracia posible.

Adela Cortina

2 Comments

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    XLuis MP

    Buen artículo. La democracia es tener el derecho, a través del voto, de acertar o equivocarte en la elección de los máximos dirigentes políticos. Y ese acierto y/o error puede traer beneficios y/o perjuicios tanto al que vota como al resto de la población. Puedes acertar y tener que fastidiarte por el error de la mayoría, puedes equivocarte y beneficiarte del acierto de la mayoría, puede el resultado ser beneficioso para ti pero malo para la mayoría, puede ser malo para ti pero beneficioso para la mayoría…Hay múltiples variantes. En cualquier caso, la mayoría ganadora. más o menos acertada o equivocada, tiene que respetar también los derechos y libertades fundamentales de la minoría, esos derechos y libertades fundamentales que los humanos nos hemos atribuido, más allá de la ley meramente natural.

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