Anoche había eclipse de luna.
Anteayer había nubes que parecían humo. ¡La luna ardía!
Me regaño por no pensar ni estudiar ni profundizar.
Me apetece garabatear y jugar.
Quiero hacer dibujos simples. Como si fueran fetos de una idea.
Sobre todo me apetece experimentar…
Anoche una chica llevaba pinganillo.
Raquel dijo que lo llevaba para parecerse a Madonna.
De pequeñas usábamos walkie talkies. Eran geniales.
Si tuviera un pinganillo extra potente… ¿con quién hablaría?
Rajas de zarzas en las piernas.
En Austria las rutas están muy señalizadas. En España puedes ser feliz si encuentras dos trazos de pintura en una piedra.
La historia de un vaso casi vacío.
Lo lleva un hombre.
Junto a su coche con la puerta abierta. (Parece que se va.)
¿Qué hará con el vaso? Parece que lo tirará al suelo y se marchará. (La papelera está lejos.)
Todas miramos con la ceja levantada.
Todo está muy sucio aquí y le regañaremos si se atreve a tirarlo.
¡Se lo ha acabado! ¿Qué hará? Qué tensión…
¡¡Se echa más!! ¡¡Jajaja!!
Desde el pico de la miel se ve el Atazar.
No sabemos la diferencia entre lago, pantano y embalse…
Contamos acículas de pino.
Como en un carricoche, me duermo con el traqueteo del coche.
Una piedra parece un señor serio.
El otro día leí que la juventud no se mide por la edad, sino por la curiosidad acumulada.
Haré una lista de preguntas para averiguar cuántos años tengo.
Adela finge que coge una roca enorme como Obélix.
¿Por qué prohíben tantas cosas? ¿Por qué la gente estropea las cosas comunes?
¿Nos podríamos poner de acuerdo en una medida sin que la aprobara el congreso y sin polis que nos vigilen?
Nadie ha retirado los árboles negros de un antiguo incendio.
Una vez Adela le preguntó a un hombre por un tipo de árbol. Él no describió sus frutos u hojas. Dijo que era una viga.
En la playa se oyen números.
Al fondo un gran grupo de gente vigila sus cartones.
Estoy embarazada.
Voy a tener tres sandías.
Eva
¡Qué guapo el diario dibujadito! Varias escenas quedan medio enigmáticas, así al estilo de las greguerías.
Acabo de venir de Almería y ¡he leído tu postal desde Austria! ^_^ Oish qué ilusión… y sale una niña que parece que está grogui jeje.
Besos!