Mañana tenemos aquí un laboratorio.
Debo de ser una rareza andante porque llego a la isla con tiempo para dar una vuelta y en lugar de ir a la playa -como tó quisqui- me pateo tó y acabo echando la tarde contemplando una petanca femenina.
En realidad el sitio donde he estado más tiempo ha sido el castillo. Así recupero la tradición del castilling, que siempre practicaba en Jaén. Es un sitio muy curioso. Tiene doble foso y un patio circular. Me ha dao por pagar la entrada (no suelo entrar en iglesias y este tipo de monumentos) y el museo interior es una auténtica birria.
Parece que el castillo durante un tiempo se usó como cárcel. Dicen que por eso hay tantas pintadas. Aunque no creo que El Orejitas estuviera preso aquí.
Estaba preguntándome esta tarde si habrá alguna exposición fotográfica de clubes de alterne… vistos a plena luz del día.
¡Pero qué gusto estético!
¿A que parece un buzo?
¿Habrán puesto estos cañones pensando a dónde apuntaban?
Le compré a Euca un par de zapatillas. Tiene mi misma talla.
Leave a Reply