Es un debate que planteaban anoche Luis y Montse.
¿Tiene sentido la tecnología por la tecnología? ¿La tecnología tiene que tener un fin? ¿Qué metas sociales tienen espacios como Barrapunto o las asociaciones que promueven el software libre?
Esto me recuerda al debate de si el arte debe ser comprometido o vale el arte por el arte.
Se me ocurren cosas:
- Probablemente si estos espacios estuvieran posicionados, les costaría muchísimo tener el mismo número de participantes.
- La diversidad es buena. En el fondo es bonito que tanta gente diferente se una por algo.
- Si estos grupos -aunque no tengan un fin directamente- consiguen que avance la tecnología y esa tecnología une a la gente… ¿no han logrado un fin guay?
- ¿Hay que obligar a la gente “pasivista” a ser activista y posicionarse o tiene que salir de sus cocos esa decisión?
- ¿Cómo evitar que las posiciones ideológicas nos bloqueen proyectos conjuntos? ¿Callándolas?
- ¿Por qué un espacio tan tecnocrático como Microsiervos nos sorprende y saca un espacio tan interesante como ecoMicrosiervos? ¿Sale del compromiso la idea? ¿Es por interés intelectual y científico? ¿Hay negocio?
lagodeluz
Por lo q me toca, el arte es un canal de comunicación más. No es q no tenga sentido el arte simplemente por estética, pero si lo utilizamos para trasmitir ideas o mover conciencias, su fin es más práctico, más social, y podría decirse q más generoso.
Respecto a la gente ‘pasivista’, no creo en el proselitismo, cada cual q sea consecuente con su conciencia global… (si la tiene)