Tiene una carrera y muy bien puesta la cabeza. Pero está bloqueado. Su proceso está muy avanzado. Quiere buscar curro. O seguir estudiando. Pero su documentación dice una cosa y su aspecto otra.
Ni siquiera soy capaz de apuntarme a los cursos de la uned, dice.
Como él, otros pasan el día en casa, aguardando una oportunidad, pero con reticencias a buscarla. M pasa de que le pidan explicaciones. No quiere volver a oír que le llaman Menganita porque sí.
He oído que algunos ni siquiera van a votar porque nadie lea ante el público el nombre de su dni. La democracia es un motivo más vergüenza. De esos de a diario.
Lo peor (me cuenta) es que ahora -como puede que salga la ley– empezamos a pensar que nuestro bloqueo es externo. Que no somos nosotros. Y eso es lo peor que te puede pasar. Echarlo todo fuera. ¿Y si no sale la ley? A qué estamos esperando.
M
Gracias 😉