- Siento que mi vida no tiene sentido, por eso quiero ayudar…
- Quiero aprender un idioma y, de paso, ayudar a los pobres…
- Muy buenas. Me gustaría conocer Chiquitistán… ¿hay algún campo de trabajo por allí?
- ¡Hola! Me siento sola y quiero conocer a gente. ¿Sabéis de alguna ONG interesante para ser voluntaria…?
- Quiero comprar cosas a bajo precio y luego hacer un mercadillo en casa y me encantaría ir a un orfanato de la india con todos los gastos pagos a ayudar
- Buenos días. Os pongo a mis padres a vuestra entera disposición para ser voluntarios
- Buenas tardes. Estamos hartos de nuestro hijo de 14 años… ¿puede ser voluntario a su edad?
Basado en consultas reales que nos hacen cada día.
Matilda
¿Cuál fue la tuya?
Olga
¡La última!
Elena
Venga ya, Olga…va en serio? Pero cómo se puede tener tanto morro!!!Bueno…la verdad…yo estuve buscando algo que hacer para mi padre…pero era para que estuviera entretenido, no para quitármelo de encima, eh? 🙂
Olga
Hacer compañeros y amigos, aprender cosas, la autorrealización, conocer otra cultura… pueden ser grandes incentivos añadidos al voluntariado, pero es sorprendente que la peña nos plantee directamente estas ideas como motivaciones primeras. Al menos son sinceros, no como en los cursos de voluntariado. Jajaja.
Luego están (estamos) los que son voluntarios y a la vez usuarios. Quienes se “aprovechan” de una ONG pero porque además la necesitan. Evidentemente, esto sí me parece más razonable. Pero también entiendo que estaría bien que los usuarios también aporten lo que puedan. Que haya intercambio.
Yo creo que la mejor razón para ser voluntario/a es la justicia.