Igual que en foros o blogs, en las ONG también existen trolls.
No tiene por qué ser exactamente así, pero en un retrato robot aproximado los podemos caracterizar por los siguientes rasgos:
- Tiene una apariencia inocente y virginal.
- Disfruta con lo que hace.
- Puede que tenga buenas ideas, pero no sabe ejecutarlas.
- No le cae bien a nadie.
- Jamás ha hecho voluntariado antes.
- Pero, si tú llevas 10 ó 20 años de experiencia en el movimiento, te querrá indicar cómo gestionar a las voluntarias y los voluntarios.
- Necesita ser el centro de atención constantemente.
- Si hablas, te increpará por querer ser el centro de atención.
- Consigue arruinar todas las reuniones con sus continuos comentarios.
- Siembra el caos y la desorganización intentando organizarlo todo.
- Tiene el misterioso poder de imponerse aunque nadie la acepte.
- Desmotiva al grupo.
- Si pretendes controlar la situación, te acusará de recortar su libertad de expresión y participación.
Por una vez, Internet te da una ventaja que en la ONG no tienes. A tu troll-voluntario no le puedes borrar comentarios ni bloquear las IPs.
Eva
Jeje qué simpático el dibujo, está muy bien.
Elena
Increíble descripción… 🙂
Myri
Qué genial! Oye, has dado en el clavo…… se te ha olvidado mencionar que son una especie en expansión y recordar el método de erradicación de trolls-voluntarios, de uso imprescindible antes de que consigan acabar contigo……
Olga
Pues sí, la verdad es que es imprescindible actuar antes de que el troll devore todo en la organización. Rápida y efectivamente!!
Neyda
Como me gustaría que un@s cuant@s leyeran este post..a ver si lo imprimo y se los dejo caer como quien no quiere la cosa