Hoy me he reencontrado con Maria Luisa después de muchísimo tiempo. Pero ella sigue hablando como si continuara viviendo en nuestro barrio.
Me pregunta por mi madre la afanosa, mi padre el grande, mi hermano el artista y mi hermana la estudiosa. Que si sé algo de Estefanía. Que dónde andará la Irene metida, “nuestra amiguita”, dice con rintintín. Que sigue con Paco. Que todas las tardes corre un rato, ya me ves con el chándal.
Le ha faltado recordarme que cuándo vamos a jugar ese partido de fútbol que dijimos que íbamos a jugar.
De repente me he sentido atrapada en una incongruencia espacio-temporal. Como si no estuviéramos en Argüelles esta tarde, sino en la Avenida Ruiz Jiménez hace siete años.
Sin embargo pronto se ha roto la ficción porque ha dicho algo que me ha hecho despertar:
¡Qué poco has cambiado, estás igual!
celeste
jajajajajajajaja!!me encanta!!!!!!!!!