Algo que todas recordaremos especialmente fue la comida en casa de Rabia Aggoun. Ella y Nacera nos estuvieron contando la miseria que han tenido que aguantar y cómo se levantaron contra la violencia.
Una de las cosas que más llama la atención es el contraste entre la vida comprometida de estas mujeres y las conversaciones superficiales y gestos machistas que tienen las mujeres más jóvenes que conocimos.
Esto se lo comentamos a Rabia y Nacera, quienes nos explicaron que los jóvenes y las jóvenes vivieron circunstancias difíciles y ahora les cuesta expresarse.
Viven aterrados en una fractura política, social y espiritual. No tienen garantías por una u otra postura y se balancean entre ellas.
Dijo Nacera.
Leave a Reply