Esta tarde sobre las 20 he cruzado por el barrio de Salamanca con mi bicicleta Sole, un casco puesto y un chaleco de seguridad amarillo fosforescente que podría iluminar el Bernabéu enterito.
En un cruce, una niña de tres años -con una pronunciación muy superior a la mía- me mira y le dice a su madre:
– ¿Es policía?
Leave a Reply