el blog de los proyectos de Olga Berrios

Activismo

La cultura del envoltorio

bolsasLas dependientas que atienden la panadería del barrio tienen por orden de las altas esferas no entregar una sola barra sin una peazo bolsa de papel marrón que la envuelva.

Habitualmente, cuando compro una barra, voy con una bolsa propia: de plástico o una de las suyas para reutilizarla.

Son varias dependientas diferentes y todas ven raro que el cliente ofrezca su propia bolsa. Por eso de vez en cuando les sugiero que -actualmente- aún existe una cosa que se llama árboles y que nos los vamos a cargar todos a este paso.

Pero nada. Esta noche he ido con mi bolsita y me mira apenada la señorita: “Te puedo dar una nueva”, dice. “Traigo esta para que uses esta”, le respondo cabreada.

Hubo una que incluso me preguntó si acaso yo trabajaba en una tienda. Supongo que creía que me solidarizaba con la panadería y traía mi propia bolsa para ahorrarles el gasto económico de las suyas.

Conclusión: los supermercados Día tienen más encanto de lo que parece.

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